LifeHand 2, así es como se llama la primera mano robótica con tacto, no solo es capaz de obedecer órdenes de movimientos mecánicos impartidas por la persona que lo utiliza, sino que también puede distinguir texturas y durezas, determinar formas y tamaños, e incluso sentir la temperatura.
Dicho en otras palabras, esta nueva prótesis es la que mejor reproduce el tacto humano, de todas las que se han creado hasta el momento. Fue conseguida gracias al desarrollo del Instituto de Bio-Robotica de la Escuela Superior de Santa Ana (Pisa, Italia), asociados a otros centros de Suiza, Alemania y Dinamarca.
En las imágenes que se dieron a conocer se puede ver la cara de felicidad del paciente trasplantado, Dennis Aabo Sorensen, quien perdió una mano hace diez años mientras manipulaba fuegos artificiales. Hace poco tiempo se le implanto la prótesis, que se aproxima en funcionamiento, a una de carne y hueso.
Mediante una cirugía, los especialistas implantan los micros electrodos en el sistema nervioso del paciente. Luego implantaron la mano y la estimularon mediante impulsos eléctricos las fibras sensoriales que aun persistían en el muñón de Dennis. Una vez que se establecía una comunicación entre la mano robótica y el cerebro, comenzaron con las diversas pruebas, mientras el paciente permanecía con los ojos vendados, para asegurarse de que la información sobre los objetos que manipulaba llegaba exclusivamente mediante el tacto.
El artículo Primera prótesis con sentido del tacto ha sido originalmente publicado en Robotikka.
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