Aunque el juego de palabras va con segundas no, no es un brazo robótico que pillará nuestros chistes, sarcasmos e ironías a la primera. EPFL ha presentado un brazo autómata que es capaz de coger cualquier objeto que le arrojemos con una precisión que se traduce en un tiempo de respuesta de cinco milésimas de segundo.
Con un metro y medio de longitud, este brazo es capaz de atrapar cualquier objeto que su mano pueda atrapar dentro, obvio, de su radio de acción. El brazo ha sido desarrollado con un software que es capaz de aprender de nosotros para coger objetos de todo tipo, no sólo unos pocos programados por defecto.
Aude Billard, uno de sus creadores deja claro este último punto: “Muchas máquinas a día de hoy vienen con programas reinstalados y no pueden asimilar de forma rápido cuando hay cambios en los datos”. De este modo, tienen que recalcular la trayectoria varias veces y al final su reacción es más lenta que cuando son capaces de aprender desde cero.
A través de un sistema de cámaras, el brazo va aprendiendo la forma de los objetos, su velocidad y cómo se mueven. De este modo, es capaz de “visualizar” un modelo 3D de la misma forma que lo haría Kinect. Tras varios lanzamientos de prueba, esta brazo robótico es capaz de atrapar cualquier cosa que entre en su mano.
¿Utilidad real? A priori podría servir para ciertos deportes como el baseball: una forma de entrenar a los pitcher por ejemplo. Si es capaz de recoger una bola, luego puede lanzarla o bien desde la propia mano o con un sistema de cañón como los que se emplean a día de hoy.
Seguro que a este brazo le encantaría darle un buen apretón de mano a uno de sus hermanos que hace poco apareció en la portada: aquel autómata capaz de jugar al ping pong con bastante habilidad, aunque no con la suficiente para ganar a un profesional de primer nivel.
Vía | EPFL
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