Los empleados municipales responsables del sistema de alcantarillado de Zurich (Suiza) tienen entre manos un trabajo bastante incómodo: recorrer, andando o a gatas, 100 kilómetros de pozos y desagües, revisando paredes y suelos en busca de desperfectos. Como dichos desagües pueden llenarse de agua sin previo aviso, el trabajo es, además de comprensiblemente incómodo, potencialmente letal.
Precisamente por ello (y porque, al fin y al cabo, también es bastante tedioso) nos encontramos ante un puesto de trabajo potencialmente automatizable: dejarlo en manos de robots permitiría inspeccionar semanalmente áreas que hoy en día los humanos sólo pueden recorrer una vez al año.
Eso es lo que han intentado las compañías Robotic Systems Lab y ANYbotics, un spin-off del Instituto Federal de Tecnología de Suiza (ETH), desarrollando un robot cuadrúpedo de medio metro de altura llamado ANYmal. Ya hablamos aquí de él hace un tiempo... pero entonces no se contemplaba aún este uso para él.
Del laboratorio al (maloliente) mundo real
Realmente este modelo llevaba varios años siendo sometido a pruebas en laboratorio, pero las cámaras y sensores lídar con que va equipado el robot no han alcanzado hasta hace muy poco el nivel de calidad y miniaturización suficientes como para que el prototipo estuviera listo para el trabajo que debía realizar.
"El hecho de que algo funcione en el laboratorio no siempre significa que lo hará en el mundo real", explica Peter Fankhauser, cofundador de ANYbotics. Sobre todo porque este 'mundo real' en concreto tiende a ser mucho más frío, viscoso y resbaladizo que los laboratorios de la superficie.
Por todo ello, ANYmal ha empezado a realizar inspecciones de su particular entorno de trabajo supervisadas por humanos que le transmiten órdenes a distancia, aunque según vaya 'aprendiendo' se le dotará de mayor independencia.
¿Aprendiendo? Sí: "Todos los equipos se llevarán a casa un gran volumen de datos para incorporar en su investigación", explica el profesor Marco Hutter, del ETH. El robot registra medio millón de mediciones por segundo a lo largo del día: "Es suficiente información para mantenernos ocupados durante seis meses".
El desarrollo de ANYmal se enmarca en un proyecto de investigación más amplio denominado THING (siglas en inglés de 'Investigador háptico subterráneo') que trata de dar respuesta a un reto que se presenta a menudo en las alcantarillas, ¿qué sucede si el lídar que el robot usa para 'ver' en la oscuridad se ve obstaculizado por un exceso de vapor, agua, polvo o humo?
Para solventarlo, los investigadores decidieron que ANYmal hiciera uso de la percepción háptica. Que se moviera, hablando en plata, 'palpando' a su alrededor: equipando sus 'pies' con sensores de textura y temperatura, ANYmal puede 'hacerse una idea' del entorno que le rodea y desplazarse con éxito por las alcantarillas.
Según explica el comunicado del ETH,
"Tras casi diez años de investigación, ANYmal puede hacer mucho. No sólo puede caminar de forma autónoma, sino que también cuenta con las capacidades sensoriales de vista, oído y tacto que le permiten, por ejemplo, leer la pantalla de presión de aire en una máquina, identificar sonidos y reconocer objetos, por ejemplo, para determinar si un extintor de incendios está en el lugar correcto".
"El robot puede incluso realizar ciertas tareas manuales por su cuenta [o] identificar la temperatura ambiente y detectar la presencia de gases en el aire. Su último logro es ser capaz de reconocer la composición del suelo debajo de él".
Vía | ETHz.ch
via Magazine - robotica-e-ia http://bit.ly/2AkM24R
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