El auge de la inteligencia artificial (IA) ha generado un intenso debate sobre los derechos de autor. ¿Hasta dónde llegan los límites de la propiedad intelectual? ¿Es adecuado utilizar modelos generativos para trabajos profesionales? ¿Qué sucede con los sistemas entrenados con material protegido por copyright cuyos creadores no reciben nada a cambio? Las preguntas relacionadas a esta tecnología emergente son múltiples, y lo cierto es que el mundo todavía está tratando de responder muchas de ellas.
También es cierto que, a medida que las soluciones generativas se vuelven cada vez más populares, los actores involucrados en esta dinámica empiezan a tomar postura. Tenemos a artistas presentando demandas, empresas como Adobe tratando de evitar problemas legales con la forma en la que entrenan sus modelos, y otras como Microsoft, que prometen sacar músculo legal para defender a sus clientes empresariales si estos se enfrentan a una demanda por utilizar sus productos de IA.
Microsoft defiende a Copilot
El presidente de Microsoft, Brad Smith, ha anunciado esta semana cómo responderá la compañía en caso que alguno de sus clientes empresariales de Copilot, presente en GitHub Copilot, Bing Chat Enterprise y el nuevo Microsoft 365, fueran demandados por infracción de derechos de autor. “Asumiremos la responsabilidad de los posibles riesgos legales involucrados”, ha dicho el ejecutivo en una publicación de blog en la que ha invitado a los usuarios ha utilizar el servicio “sin preocupaciones".
La promesa de la compañía amplía un programa de indemnización de propiedad intelectual ya existente. La novedad, como decimos, consiste en que si un tercero demanda a un cliente comercial del producto por derechos de autor, Microsoft lo defenderá. Esto, aseguran, también comprende asumir económicamente cualquier juicio o acuerdo adverso que resulte del pleito. Sin embargo, los de Redmond también establecen una serie de condiciones que se deben cumplir para evitar acciones malintencionadas.
Microsoft dice que, para poder hacer uso del mencionado beneficio, los usuarios deben utilizar Copilot respetando las barreras de seguridad y filtros de contenido. “Hemos incorporado filtros y otras tecnologías que están diseñadas para reducir la probabilidad de que Copilot devuelva contenido infractor”, explican. Recordemos que la firma dirigida por Satya Nadella enfrenta sus propios desafíos legales en relación a sus sistemas generativos. Copilot, sin ir más lejos, ha sido acusado de copiar código de otros programadores.
Entonces, ¿por qué hace esto Microsoft? Según su propia declaración, busca respaldar a los clientes que pagan por utilizar sus soluciones generativas. Ciertamente, el gigante del software está defendiendo dos elementos muy importantes de su estrategia empresarial. En 2018 compró a GitHub por 7.500 millones de dólares, en 2021 invirtió 1.000 millones de dólares en OpenAI, la compañía responsable de los modelos de Copilot, este año invirtió 10.000 millones de dólares más en ella y consolidaron una relación comercial a largo plazo.
Imágenes: Microsoft | Scott Graham
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