
Los agentes IA nos prometen realizar tareas complejas de forma autónoma, como por ejemplo reservar viajes o hacernos la compra. Aunque va mejorando, la IA agéntica aún está bastante verde, pero acaba de toparse con un obstáculo con el que no habíamos contado y que podría cambiarlo todo: que haya empresas que no quieran agentes IA pululando por sus tiendas. Es lo que acaba de pasar entre Amazon y Perplexity.
Qué ha pasado. Lo cuentan en Bloomberg. Amazon ha demandado a Perplexity para que el agente integrado en su navegador Comet deje de comprar artículos de Amazon. Según Amazon, Perplexity ha cometido fraude informático permitiendo que su agente navegue y haga compras como si fuera una persona real, lo que viola los términos de su servicio sobre transparencia. También afirman que el uso de agentes automatizados puede afectar negativamente a la experiencia de compra en su plataforma.
Por qué es importante. El caso podría marcar límites para los agentes IA autónomos en tareas del mundo real y que requieren usar servicios de terceros, como en este caso Amazon. Si las tiendas o plataformas de viajes cierran la puerta a los agentes IA, la promesa de autonomía queda comprometida. Por otro lado, dejar todas las puertas abiertas podría influir en el comercio electrónico. Es algo que ya ha sucedido anteriormente, como los casos de bots comprando entradas para espectáculos.
Abusones. Perplexity ha respondido con una entrada en su blog en la que califican la jugada de "bullying corporativo" y afirman que es "una amenaza para todos los usuarios de internet". También destacan que los usuarios de Comet están encantados con las funciones de IA agéntica y que Amazon debería estarlo también porque se traducen en más compras y clientes contentos. Para la empresa, un agente IA debería tener los mismos derechos y responsabilidades que un usuario real humano ya que el agente está actuando en nombre del usuario. "No es tarea de Amazon supervisar eso", dijo Aravind Srinivas en una entrevista, CEO de Perplexity.
Agentes en Amazon. Amazon ya tiene su propio asistente Rufus y está desarrollando sus propios agentes, por lo que hay más motivos detrás de este movimiento contra Perplexity. No se trata de proteger la experiencia, o al menos no sólo de eso, sino de que Perplexity es un competidor directo. Perplexity defiende la posibilidad de elegir. "No creo que sea centrado en el cliente obligar a las personas a usar solo su asistente, que puede que ni siquiera sea el mejor asistente de compras", afirmó Srinivas.
Ecosistemas IA. La disputa entre Amazon y Perplexity es el primer ejemplo de que la guerra de la IA también va de ecosistemas. Nos plantea un escenario en el que los proveedores de servicios deciden si un agente IA puede entrar en sus tiendas o plataformas de viajes, o si prefieren desarrollar el suyo propio y forzar a los usuarios a usar ése. Lo cierto es que Amazon ya había bloqueado el agente de Perplexity hace unos meses, pero la empresa lanzó una actualización que esquivaba el bloqueo. Veremos en qué queda todo.
Imagen | Pxhere
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