Hay productos que nacen con la promesa de cambiar la forma en la que convivimos con la tecnología. El EBO Air 2 Plus es uno de ellos. Enabot lo presenta como un “compañero familiar”, un pequeño robot con cámara 3K, expresiones digitales y cierta dosis de inteligencia artificial, capaz de moverse por la casa para ofrecer compañía, vigilancia y comunicación. A primera vista, su aspecto entrañable recuerda a esos personajes de animación que despiertan simpatía con solo parpadear. Pero, como suele ocurrir con los sueños tecnológicos, la realidad no siempre acompaña a la intención. Durante varios días de prueba, este diminuto explorador dejó claro que tiene encanto, sí, pero también límites muy humanos.
Materiales y diseño
El EBO Air 2 Plus parece diseñado por alguien que entiende que la tecnología doméstica no debe intimidar. Su cuerpo esférico, de curvas suaves y acabado mate, transmite una agradable sensación táctil. Está construido en policarbonato de alta resistencia, lo que garantiza una buena durabilidad sin renunciar a la ligereza: apenas 600 gramos que se desplazan con sorprendente agilidad. Su diseño es casi terapéutico, redondo, amable, pensado para convivir en la sala de estar sin parecer una máquina de laboratorio.

Enabot ofrece tres tonos diferentes (Lunar White, Nebula Purple y Orbit Grey), todos con una discreta elegancia que se integra bien en cualquier decoración. En la parte frontal, los ojos LED animados son su carta de presentación: expresan emociones simples (felicidad, sueño, sorpresa) que aportan un toque de humanidad al conjunto. El sistema de motores silenciosos permite movimientos suaves, con una suspensión interna que le ayuda a superar pequeños obstáculos o alfombras finas sin perder estabilidad.
Su base de carga magnética es pequeña, redondeada y bien integrada. No ocupa más espacio que un cargador inalámbrico y el robot acude a ella de manera automática cuando su batería se agota. Las dimensiones (unos 9 cm de alto y 10 cm de ancho) lo convierten en un dispositivo realmente compacto, capaz de colarse bajo muebles o entre patas de sillas. El diseño general resulta agradable y, aunque no busca ser un objeto de lujo, sí deja claro que hay un trabajo serio de ingeniería y estética detrás.
Características técnicas y conectividad
Bajo esa apariencia inocente se esconde un conjunto técnico notable. El sensor principal de cámara ofrece resolución 3K con lente gran angular, lo que permite grabar vídeo de buena calidad incluso con luz escasa. Se combina con un micrófono de doble canal y un altavoz que facilitan la comunicación bidireccional, ideal para hablar con mascotas o personas en casa a distancia. La conexión WiFi de doble banda (2,4 y 5 GHz) garantiza una transmisión fluida, algo esencial para controlar el robot desde la aplicación móvil sin saltos ni retardos excesivos.

Además, el EBO Air 2 Plus integra sensores de proximidad, giroscopio y acelerómetro, que le ayudan a detectar bordes o escalones y a mantener el equilibrio. No es infalible, pero en la mayoría de escenarios responde correctamente, deteniéndose antes de chocar con obstáculos. Su batería recargable promete entre 90 y 120 minutos de uso, suficiente para una sesión de vigilancia o entretenimiento antes de regresar a su base.
El almacenamiento interno permite guardar vídeos o fotografías sin depender de la nube, un punto a favor en privacidad. Sin embargo, la ausencia de integración con asistentes de voz como Alexa o Google Home resta versatilidad. Enabot ha preferido un ecosistema cerrado y simple, lo que facilita el uso doméstico pero impide expandir funciones con otros dispositivos inteligentes. En definitiva, un hardware equilibrado, bien resuelto, aunque algo limitado por decisión de diseño.
Funcionalidades de la App EBO Home
La aplicación EBO Home, disponible para iOS y Android, es el centro de control del robot. Desde ella se maneja el movimiento en tiempo real mediante un joystick virtual, se visualiza el vídeo en streaming y se accede al almacenamiento de fotos y clips. La interfaz es limpia, intuitiva y con un toque lúdico, pensada para que cualquiera pueda utilizarla sin manual. Se pueden activar diferentes modos de patrulla, modificar la iluminación de los ojos LED o hablar directamente con quien esté cerca del robot gracias al sistema de comunicación integrada.

Una de las opciones más curiosas es el modo de familia, que permite compartir el control entre varios usuarios, ideal para padres que quieren dejar mensajes o vigilar a los niños desde el trabajo. También incluye rutinas automáticas y recordatorios, aunque la traducción al español resulta confusa en varios menús, algo impropio de un producto global de este precio. La IA de interacción es otro punto débil: responde con frases predefinidas y su comprensión del español es casi anecdótica, lo que limita mucho su potencial como “compañero” inteligente.
Por otro lado, la app ofrece funciones de grabación y seguimiento de movimiento, útiles para quienes buscan un pequeño sistema de vigilancia doméstica. Sin embargo, no esperes análisis de rostros, reconocimiento de objetos o respuestas contextuales. Todo se queda en un nivel básico de control remoto con algunos adornos de software. Es un juguete avanzado, no un asistente de IA propiamente dicho.
Experiencia de uso
El EBO Air 2 Plus genera una sensación ambivalente. Por un lado, es divertido y sorprendentemente expresivo. Encenderlo y verlo moverse por la casa despierta cierta ternura tecnológica. Pero cuando uno intenta dejarlo actuar solo, el encanto se diluye. Las rutas automáticas son erráticas, los giros poco precisos y la navegación, más instintiva que inteligente. Su supuesto “modo patrulla” se reduce a recorrer sin rumbo una habitación, grabando pequeños clips sin una lógica aparente.

Como robot autónomo, fracasa. Como cámara móvil controlada desde el móvil, triunfa. Es ideal para echar un vistazo al salón cuando estás fuera o para saludar a tu gato desde la oficina. El vídeo tiene buena calidad y el audio cumple, aunque el retardo de unos segundos puede complicar la interacción. La IA de conversación, en cambio, es su mayor debilidad: apenas entiende instrucciones sencillas en inglés y confunde términos básicos en español. En la práctica, no “conversa”, sino que recita líneas programadas.
No obstante, el EBO Air 2 Plus tiene una virtud: entretiene. Hay algo hipnótico en manejarlo, escuchar su voz digital y ver cómo asiente con sus ojos animados. Es un dispositivo más emocional que funcional, un recordatorio de que la robótica doméstica todavía está en fase de ensayo. Enabot se atreve a humanizar la tecnología, pero aún no logra dotarla de una mente capaz de entendernos.
Conclusión
El EBO Air 2 Plus es una pieza curiosa de ingeniería doméstica: simpático, bien construido y con un encanto que se gana a pulso. Pero más allá de su aspecto adorable y su cámara 3K, lo cierto es que está más cerca de ser un juguete conectado que un asistente inteligente. Su IA apenas conversa, sus rutas automáticas son testimoniales y su utilidad real depende totalmente del usuario.
Enabot EBO Air 2 Plus... ofrece diseño, calidad y diversión, pero no reemplaza a un sistema de vigilancia serio ni a un asistente con verdadera inteligencia artificial. Es un capricho tecnológico, ideal para familias con niños o amantes de los gadgets con personalidad. En definitiva, el EBO Air 2 Plus nos recuerda que el futuro de la robótica doméstica no será una cuestión de potencia, sino de empatía. Y en ese terreno, aún le queda camino por recorrer.
Pros
- Materiales y diseño
- Movilidad
- Conectividad
Contras
- Mala IA en español
- Precio
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