La semana pasada se desató un singular escándalo: una nueva canción de Drake y TheWeeknd se volvió absolutamente viral. El problema es que no era de ellos. Un usuario la había creado con inteligencia artificial, y la industria discográfica rápidamente actuó para borrarla del mapa. Como era de esperar, aquello solo era el principio.
Qué ha pasado. Como indican en Vice, a esa canción generada por IA y titulada “Heart on My Sleeve” le siguieron rápidamente otras como una falsa Rihanna cantando ‘Cuff It’ de Beyoncé o unos falsos Drake con Kanye West cantando ‘Wap’ de Cardi B. y Megan Thee Stallion. Este fin de semana un grupo de productores y compositores lanzaron un álbum entero usando las voces del rapero Travis Scott y de otros artistas. Lo llamaron UTOP-AI, y desapareció de YouTube en apenas tres horas tras una queja por violación de copyright presentada por Warner Music Group.
Discord-IA. Las cosas han ido aún más allá en la plataforma Discord, donde un servidor llamado AI Hub sirve para que cerca de 21.000 usuarios estén planteando su particular revolución en este ámbito. El objetivo de esta comunidad es el de crear y compartir música por IA, enseñar cómo hacerlo e incluso proporcionar modelos de IA listos para imitar las voces de ciertos artistas.
Una canción en minutos. Con las instrucciones y herramientas disponibles en esa comunidad es posible crear canciones en apenas minutos. Basta con aprovechar plantillas de código que se pueden importar en Google Colab para luego insertar los modelos de voz de alguno de los más de 30 artistas famosos que ya están preparadas para ser usadas en este tipo de proceso. Servicios como Musicfy -creada por uno de los usuarios del AI Hub en Discord- permiten hacerlo de forma aún más sencilla.
Libertad creativa ilimitada. Como apuntaba uno de los usuarios de esa comunidad, "lo que me gusta de la música IA es la libertad que ofrece. [...] Incluso los productores y compositores con más talento nunca conseguirán trabajar con todos los artistas con los que están interesados. La inteligencia artificial puede arreglar eso". Esa libertad creativa es también excepcional para los oyentes: "mira cuánto contenido nuevo se crea basada en versiones por IA. Un montón de canciones tienen una segunda oportunidad e incluso una nueva interpretación, y algunas de ellas incluso suenan mejor que la original", añadía.
¿Violación del copyright o uso justo? Cuando se publicó ese álbum llamado UTOP-IA, sus creadores añadieron un aviso indicando que el contenido no violaba las leyes del copyright porque se acogía al llamado uso justo (Fair Use). Dicha excepción indica que la gente puede usar obras con copyright para ciertos propósitos, como aquellos sin ánimo de lucro o con fines educativos.
UMG y Warner quieren parar esto. Ambas discográficas iniciaron acciones legales inmediatas para evitar la distribución de esos contenidos en plataformas como YouTube, TikTok o SoundCloud. Universal ya tomó medidas en marzo para evitar la proliferación de este tipo de música generada por IA, y también están tratando de impedir que las voces de sus artistas sean usadas para entrenar nuevos modelos con los que luego crear versiones con voces sintetizadas por IA.
La artista Grimes no se opone... si recibe su parte. La cantante Grimes -expareja de Elon Musk- publicó un tuit indicando que a ella no le parecía mal que alguien generara nuevas canciones con su voz mediante IA. Eso sí: quería su parte de los ingresos, y explicaba que "repartiré el 50% de los royalties de cualquier canción de éxito generada por IA que use mi voz. Es el mismo acuerdo al que llegaría con cualquier artista con el que colaborase. Sentíos libres de usar mi voz sin que haya castigo. No tengo discográfica ni obligaciones legales".
Primero fue Stable Difussion, ahora esto. La situación es equiparable a la que se ha vivido con las IAs generativas de imágenes. Getty demandó a Stable Diffusion por entrenar su modelo con imágenes protegidas por derechos de autor. Como indican en El País, lo que demandan los creadores originales son las "tres C: consentimiento, crédito y compensación". Las empresas de IA se defienden aludiendo al uso justo: usar esas obras o esas voces como inspiración -parece que al menos en el caso de las voces es algo más que eso- "entra dentro del dominio público". La batalla está servida.
¿Qué hacer con la música IA? La industria discográfica siempre ha sido muy protectora con sus contenidos. Lucharon contra Napster y se lo pusieron muy difícil a Spotify, por ejemplo. Perder el control sobre las voces de sus artistas -que de momento no están protegidas técnicamente por el copyright- es para esta industria una amenaza. Para esta comunidad, no es así. Uno de sus miembros explicaba que esas canciones generadas con IA "deberían ser etiquetadas, pero no borradas". Además, destacaba, "no son dañinas, sino que expanden los límites de la creatividad. No hay un botón mágico para 'crear una canción preciosa'".
Imagen: John Biehler
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