Cuando los amigos y familiares de Marina Smith acudieron a su funeral el pasado mes de junio, seguramente, la mayoría lo hicieron creyendo que no volverían jamás a mantener una conversación con la difunta. Es lo que tiene la muerte, que es definitiva y no da segundas oportunidades. O, al menos, así era. En un momento de la ceremonia, la anciana de 87 años volvió a cobrar vida de forma digital. A través de una gran pantalla, y gracias al trabajo previo realizado con inteligencia artificial (IA) , la desaparecida fue respondiendo una por una las preguntas que la iban realizando los asistentes. Incluso tuvo tiempo para desvelar algún secreto familiar que ni su hijo Stephen Smith, creador de la herramienta que hizo posible ese momento, conocía. «Pasé dos años sin verla por la pandemia. Cuando nos reencontramos, en enero del año pasado, le pedí permiso para hacerle unas preguntas, no tenía ni idea de que se iba a morir en junio, y accedió. Durante su entrevista la pregunté qué diría en su funeral entre muchas otras cuestiones incómodas», recuerda ahora Smith en conversación con ABC. En este caso todo fue posible gracias a la plataforma Story File , una herramienta digital que permite que cualquiera que lo quiera pueda almacenar en la Red su historia personal a través de respuestas a preguntas más o menos incómodas. La plataforma es una de tantas entre las que han aparecido recientemente que permiten al usuario dejar un legado digital que le sobreviva . Y también crear un avatar casi perfecto del ser humano que el usuario puede hacer tranquilamente en su casa, incluso con el ‘smartphone’. La firma cuenta con más de 2.500 preguntas disponibles a las que el usuario puede añadir las que quiera. «Por ejemplo, puedes contar cómo fue tu experiencia en el ejército. Desde ahí puedes concretar más y preguntar, por ejemplo, por el tiempo que se pasó en Vietnam o, incluso, sobre las cosas que le pasaron a una persona mientras fue prisionera en Hanoi», remata el director ejecutivo de Story File. La inteligencia artificial, después, hace la magia. Gracias a ella, cuando un familiar habla con el avatar del desaparecido, la conversación fluye de la forma más natural, casi como si se tratase de una videollamada. La máquina, por sí misma, no se inventa nada. Todas las respuestas que se reciben son completamente fieles a las palabras de la persona que se ha grabado. Al menos, en este caso. Stephen Smith, sin embargo, deja claro que esa suerte de resurrección tecnológica no es la única función que tiene su IA : « Pensamos en el sitio como un álbum de fotos vivo . Es una línea de tiempo que habla directamente con las personas. La idea es que, por ejemplo, el día de mañana una madre le pueda enseñar a sus hijos cómo era con 18 años gracias a las grabaciones que ha realizado en la aplicación». Consuelo para la familia Efectivamente, Story File no es la única startup que actualmente cuenta con la posibilidad de crear gemelos digitales y poner a disposición del usuario avatares de sus seres queridos desaparecidos. Una de las que está haciendo más ruido, como quedó claro en la reciente feria CES de Las Vegas , la más importante dentro del sector tecnológico, y donde fue premiada, es Re;memory , solución creada el pasado septiembre por la empresa surcoreana Deepbrain AI . A diferencia de Story File, en este caso el único objetivo pasa por ofrecer consuelo a la familia del fallecido. La solución incluso es capaz de crear vídeos personalizados para felicitar el cumpleaños a hijos y nietos. «Hasta el momento, hay unas diez familias que ya han empleado el servicio para poder crear avatares de sus seres queridos. El producto, por el momento, solo está en el mercado coreano, pero también hay interés en EE.UU., China y Japón. Estamos intentando llegar a acuerdos con los servicios funerarios, porque muchas personas comienzan a hacer este tipo de gestiones con tiempo», apunta en conversación con este periódico Michael Jung, jefe de estrategia y desarrollo de negocio de Deepbrain AI. Reuniones señaladas En el caso de Re;memory, la empresa cuenta con un gran estudio en el que se graba al usuario y se le entrevista durante unas 7 horas aproximadamente . Ese es el tiempo necesario para que la IA sea capaz de crear un avatar que se comunique y mantenga conversaciones con fluidez, gesticulando exactamente igual a como lo hacía el ser humano en vida. O casi. El servicio, eso sí, no está al alcance de todos los bolsillos. Asciende a 10.000 dólares . El familiar puede charlar con el avatar del difunto en cualquier sitio. Incluso a través de su 'smarphone' o su ordenador. Deepbrain AI, además, cuenta con sus propias salas , con grandes pantallas, a las que las familias pueden acudir en ocasiones especiales. «Actualmente contamos con seis salas en Corea. Aquí el aniversario de la muerte del fallecido es un momento muy importante, por lo que tenemos sitios discretos a los que pueden venir a mantener la conversación». Como ocurría con Story File, la IA que emplea Deepbrain no se inventa nada . El legado digital del fallecido no va a compartir una sola idea que el finado no expresase en su momento durante las grabaciones. Sin embargo, sabemos que, si se quiere, la inteligencia artificial puede abandonar fácilmente la certeza para transitar el camino de lo plausible. Es decir, la máquina puede responder a preguntas de la misma forma que, según cree, lo haría una persona concreta en base al entrenamiento que ha recibido. Pero sin saber si lo haría así realmente. Eso es lo que permiten herramientas como Character AI , IA desarrollada recientemente por dos exingenieros de Google y que es accesible a todo el mundo. A través de ella, se pueden mantener conversaciones con robots que intentan comportarse como personajes históricos, como Miguel de Cervantes, o empresarios, como Elon Musk. Todo gracias a la gran cantidad de información que pulula por la Red. Esto es algo parecido a lo que ofrece Mindbank AI , aplicación para teléfono que, a través de la conversación, invita al usuario a crear una suerte de gemelo digital que vaya evolucionando con el usuario según pasa el tiempo. «Empecé a crear la aplicación hace dos años después de ver a mi hija hablando con Siri, el asistente virtual de Apple. Quería fabricar una gran base de datos para que ella pueda mantener conversaciones conmigo aunque yo no esté vivo», dice Emil Jiménez, cofundador y director de la aplicación. MÁS INFORMACIÓN noticia No Bill Gates predice cuál será la próxima gran revolución tecnológica noticia No Esta nueva IA de Apple puede provocar que miles de narradores pierdan su empleo A día de hoy, Mindbank AI cuenta aproximadamente con unos 20.000 usuarios. Actualmente aspira a funcionar como una suerte de cápsula del tiempo en la que el usuario pueda ver cómo se desarrolla como persona. A diferencia de las anteriores, en este caso todo pasar por responder a las preguntas que te realiza la máquina a través del 'smartphones'. «La 'app' es como una consola personal. Tiene más de 400 preguntas, algunas muy abstractas, sobre la vida, el amor, el trabajo, cultura…», apunta Jiménez. Gracias al empleo de algoritmos psicolingüísticos, se categoriza al usuario en función de sus respuestas, mostrándola incluso los puntos fuertes y flacos que tiene. El objetivo también es que, en el futuro, esos datos sirvan para explicarle a cualquiera, probablemente, qué haría el usuario ante una situación o qué respondería a una pregunta concreta.
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