Actualmente podemos comunicarnos con el espacio profundo y hacer videollamadas de 32 personas a la vez, pero seguimos sin ser capaces de comunicarnos cómodamente con alguien que está en un submarino. Una de las mayores barreras de comunicación actuales es el agua, concretamente el cambio del agua al aire, y viceversa. Pero desde el MIT han encontrado una posible solución.
El problema reside en que los mensajes que se transmiten de forma inalámbrica mediante el aire no funcionan en el agua como medio, y viceversa. Conseguir que un submarino o sonda se comunique con el equipo terrestre es toda una odisea, incluso en pleno 2018.
Lo que suelen hacer los submarinos para conseguir transmitir la información es salir a la superficie, enviar/recibir la información mediante señales de radio y posteriormente volver a bajar a las profundidades. Otra opción es comunicarse con una antena colocada debajo del agua que tiene conexión directa con la superficie, pero claro, no siempre tienes una antena cerca.
Comunicación sin barreras, pero en una sola dirección
La solución que propone el MIT, que podemos ver en un nuevo paper publicado, es de lo más curiosa: decodificar la superficie del agua. Toda la acción se concentra en la superficie del agua, donde acaban las ondas del aire y las del agua, donde el mensaje se pierde.
La idea consiste en contar con un emisor de ondas bajo el agua y con un receptor en el aire. Hasta aquí es obvio, pero el receptor del aire no funciona como una antena cualquiera. Se trata de un dispositivo que envía ondas sobre la superficie del agua. Si no hay mensaje las ondas deberían reflejarse de vuelta por igual y el dispositivo entendería que no hay mensaje. Pero si el emisor de debajo del agua ha enviado un mensaje, provocará una alteración en la superficie del agua, que el receptor podrá descodificar viendo las variaciones en sus propias ondas.
¿Los problemas principales aquí? Son dos:
- Es una comunicación en una sóla dirección: Desde el aire se pueden recibir los mensajes enviados por el submarino o dispositivo del agua, pero no hay forma de que este reciba algo de vuelta.
- Decodificar el mensaje sin obstáculos: En una superficie plana y calmada del agua, no hay ni interferencias ni obstáculos que modifiquen las ondas o den una mala lectura. Pero, ¿y en mitad del océano con una tormenta y olas de varios metros?
De momento desde el MIT han conseguido hacer funcionar esta idea mediante prototipos a pequeña escala, en una piscina. La idea es conseguir ampliar esto y realizar pruebas en aguas abiertas.
De conseguirse llevar a cabo con éxito esta tecnología, podríamos tener importantes avances en diversas áreas. Uno de los mayores impedimentos en la exploración de los océanos es precisamente la comunicación con el exterior. Tanto es así que conocemos mejor la atmósfera y el espacio exterior que nuestros propios océanos.
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