viernes, 24 de enero de 2020

La transformación digital entra en el Consejo de Ministros, no la desaprovechemos

La transformación digital es una de grandes asignaturas pendientes a acometer desde el nuevo ejecutivo. Si durante el Gobierno de Mariano Rajoy quedaba reflejada en el apellido de «Agenda Digital» dentro del Ministerio de Energía y Turismo, durante el anterior gobierno en funciones se repartió entre tres Ministerios: Industria, Economía e Innovación. El nombramiento de una vicepresidencia de Economía y Transformación Digital en la figura de Nadia Calviño, y las secretarías de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales a cargo de Carme Artigas y Roberto Sánchez respectivamente, sienta las bases para una apuesta decidida por esta materia como estratégica para el desarrollo económico y social del país, y plantea una situación de ilusión y esperanza para el sector. El avance tecnológico es frenético, y los países que no se suban a este tren corren el riesgo de quedarse atrás. No se trata solo de potenciar la innovación y la digitalización de nuestro tejido administrativo y empresarial, sino también de impulsar nuestro progreso como sociedad de la mano de la tecnología. España se sitúa en el puesto número 10 en integración de la tecnología digital según el Índice de la Economía y la Sociedad Digital (DESI), que elabora la Comisión Europea 1 cada año. Por tanto, todavía queda mucho camino para seguir en la senda de la digitalización y son diversos los ámbitos en los que se pueden tomar medidas para impulsar la transformación digital de nuestro país. La creación de las nuevas Secretarías de Estado es un paso importante. Ahora es indispensable ver que realmente se van a poner en marcha planes cruciales para impulsar la transformación digital como base del cambio del modelo de crecimiento económico y social de nuestro país, y que no se queden en meros instrumentos cosméticos con definiciones y nombres que generan expectativas importantes, pero sin capacidad de empuje y ejecución de los planes tan necesarios y críticos en este contexto. Quizá el reto más importante esté en la educación. Los empleos del futuro, muchos todavía ni siquiera existen, requerirán una formación que los jóvenes ahora no reciben. La teoría será necesaria, pero también los conocimientos en software y hardware que ya algunos estudiantes adquieren mediante cursos de programación y robótica. Además, el fomento de programas de formación dual será vital para desarrollar la parte práctica y que se adapten a las nuevas dinámicas de trabajo colaborativo que predominarán entre humanos y máquinas. Sin una apuesta clara y de consenso en materia educativa, será complicado abordar este cambio de modelo. Es necesario abordar cambios como incluir programación y razonamiento computacional en educación primaria y secundaria, o implantar medidas para potenciar la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y así adecuar la oferta de candidatos formados a la demanda de talento específico en las empresas. Pero la capacitación digital no solo tiene que ir ligada a los más jóvenes, sino también a los adultos. La llegada de la Inteligencia Artificial, el machine learning o el Big Data al mercadolaboral requieren conocimientos específicos que muchos trabajadores no poseen. Por ello es importante ayudar en la formación en competencias digitales a los trabajadores y asesorar a las compañías innovadoras que quieran llevar a cabo un proceso de transformación digital, sobre todo en el ámbito de las pymes y «startups». Los planes y ayudas específicas a las empresas, como una política firme de inversión pública en I+D+i, para poder acometer esta transformación interna, renovando las capacidades de sus empleados, y permitiendo adaptar sus modelos de negocio al nuevo paradigma digital, son vitales. Estas tecnologías inteligentes conllevan, por otro lado, un nuevo marco de relaciones laborales y nuevas dinámicas de trabajo. La convivencia de máquinas y humanos en el puesto de trabajo es inevitable, por ello sería interesante considerar el desarrollo de un plan de Inteligencia Artificial a nivel nacional, que estudie el impacto de esta tecnología y sirva de guía tanto para empresas como para trabajadores a la hora de convivir con robots en el trabajo. Ya en el año 2016, el Parlamento Europeo elaboró una propuesta para analizar las implicaciones sociales, económicas, fiscales, éticas y jurídicas alrededor de la entrada de la inteligencia artificial y la robótica en el mundo empresarial. La nueva Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial tendrá que colaborar con los Ministerios pertinentes, no sólo en el ámbito del desarrollo de la tecnología, sino también en el resto de implicaciones que conlleva su adecuación al ámbito empresarial. En última instancia, el impulso definitivo de las redes 5G tiene que ser prioritario en esta materia. El 5G es la estructura de red con la que avances como los coches autónomos, los objetos conectados o las ciudades inteligentes se terminarán de desarrollar. Además por sus cualidades técnicas que permiten dar cobertura en lugares donde la conexión de fibra o el 4G no llegaban, ayudará a acabar con la brecha digital que existe actualmente en zonas rurales y, por tanto, más personas podrán tener acceso a Internet y no quedarán fuera del ecosistema virtual. El apoyo a este despliegue desde el Ejecutivo también será un punto importante. Todos los involucrados (operadoras, fabricantes, Administraciones) están de acuerdo que es una «carrera de fondo», por lo que habrá que ver cómo se retoma la ruta del actual Plan Nacional 5G, lanzado desde la anterior Agenda Digital. Llevar la transformación digital a un primer plano de la actualidad política es un paso necesario para avanzar hacia una sociedad moderna donde la tecnología está al servicio de las personas.Y en el caso concreto de España, más necesario aún para cambiar el modelo sectorial de crecimiento, basado en el turismo y la construcción, hacia nuevos sectores de futuro que nos aseguren un crecimiento sostenible sobre la nueva economía. Tenemos la oportunidad de tomar medidas reales que conviertan a España en un referente de innovación tecnológica. No la desaprovechemos. Miguel Ángel Barrio es responsable de de la firma Entelgy Digital

via Tecnología https://ift.tt/38Ehlq5

No hay comentarios:

Publicar un comentario