Cuando hablamos de él por primera vez aludimos a su posibilidad de conquistar el mercado masivo, no en vano las 1.000 unidades iniciales que Softbank puso a la venta en Japón se vendieron en apenas un minuto. Pero seis años después la suerte de Pepper, el llamado "robot emocional", parece estar ya en su ocaso, dado que al parecer la producción paró en 2020.
Lo dice Reuters tras haber tenido acceso a documentación relacionada con recortes de personal en el grupo SoftBank y un parón en la producción que también habrían constatado varias fuentes de la publicación. Un indicativo de que el robot fabricado por Foxconn ya no estaría en los planes de las empresas para contratarlo como personal de atención y de que el mítico humanoide estaría ya viviendo su ocaso, de manera discreta y silenciosa.
El ataque de los clones (ayudantes)
Cuando dieron a conocer a Pepper lo que más destacaron de él es su capacidad de analizar los gestos y el tono de voz humanos. Según sus creadores, con el objetivo de "hacer feliz a la gente" y no tanto de servir para las tareas, no en vano tuvieron que establecer una cláusula en sus términos y condiciones para que sus propietarios acepatasen que no lo usarían con fines sexuales. Es buen sabido que para eso hay otro tipo de robots más propicios (con su riesgo mortal y eso), pero para gustos, colores.
El robot ha llegado a ser muy popular, de hecho nos llegó a atender en la feria Viva Technology hace unos años, entre peines y espejos inteligentes, siendo en aquel caso parte del personal de bienvenida y dando indicaciones sobre el evento. SoftBank llegó a asegurar que el robot ayudó a incrementar las ventas hasta en un 70% en programas piloto en California, añadiendo que en ese momento (2017) había unas 10.000 unidades de Pepper en todo el mundo, incluyendo negocios como Pizza Hut (en Singapur) o incluso en hogares particulares de Japón.
¿Qué ha pasado entonces con este robot de faz amistosa y amabilidad robótica innata? Que, según cuentan en Reuters, SoftBank habría cortado el grifo de la producción de este robot ya en 2020, lo cual se habría traducido en una serie de despidos y reubicaciones de empleo (de la división de robótica a otros puestos) al menos en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Japón. De hecho, la propia SoftBank Robotics publicó hace poco que "estaban intentando un plan de optimización a nivel de empleos" derivado de la crisis económica tras la pandemia, pero que seguirían invirtiendo "en las futuras generaciones de robots".
Las fuentes de Reuters hablan de un total de 27.000 unidades producidas, con lo que se habría doblado (y casi triplicado) las que afirmaron haber vendido en 2017, pero aún así han sido demasiado pocas y no se habría asentado como un producto con reclamo, ni mucho menos como nicho de mercado. De ahí que, como parece, los deseos del grupo empresarial de que éste fuese líder en la industria de la robótica, centrándose en el desarrollo de androides asistentes, se habrían diluido.
Al parecer, las funciones limitadas del robot (y ciertas discrepancias culturales entre las divisiones francesa y japonesa, aluden) habrían ocasionado menos ventas de las esperadas. Destacan además que las fuentes apuntan a que reiniciar la producción "sería caro", así que pinta a un final definitivo.
Tras Pepper, en lo sucesivo hemos visto numerosas propuestas de robots asistentes, desde los continuos rumores con Amazon hasta los de Samsung en el último CES, Bot Care y Bot Handy, pasando por el adorable robot de compañía de Panasonic. Parece que el mundo, pese a ya estar acostumbrado a ver robots, no esté preparado para tener aún este nicho de mercado, así que iremos viendo qué pasa con esta rama de negocio en los fabricantes que mantienen su apuesta.
Imagen | Jumpstroy
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