Las cada vez más grandes posibilidades que ofrecen los generadores de imágenes como Craiyon, DALL-E 2, Midjourney y Stable Diffusion han despertado el interés comercial de algunas personas. Algo así como: "¿Qué tal si creamos arte con estos programas impulsados por inteligencia artificial (IA) y lo vendemos en la Web?".
Se trataba, quizá, de una alternativa para hacer dinero de manera relativamente fácil. Pese a la controversia que podría generar tal movimiento, los grandes bancos de imágenes no habían definido reglas claras sobre la venta y carga de imágenes generadas por IA, hasta ahora, que están empezando a tomar cartas en el asunto.
Derechos de autor, el próximo desafío
Los derechos de autor son un asunto en constante evolución, aunque, por lo general, las leyes encargadas de protegerlos van por detrás de los desafíos que presentan las nuevas dinámicas y los avances tecnológicos. En 2008, un mono se tomó una selfie. Cuando esta llegó a Wikimedia Commons en 2011 se abrió un debate.
¿Quién tiene los derechos de autor de la selfie? ¿Naruto, el adorable macaco con cresta de Indonesia, o alguien más? El desarrollo de la historia da para todo un artículo, pero, en resumidas cuentas, no fue hasta 2018 que la justicia estadounidense determinó que el mono, al ser un animal, no podía poseer los derechos de autor de la imagen.
Un escenario similar estamos viviendo con los generadores de imágenes impulsados por IA. Una pregunta es: ¿a quién pertenecen los derechos de autor de las obras creativas creadas con estos programas que en muchas ocasiones están compuestas por elementos de artistas y fotógrafos profesionales que tienen su propio copyright?
Ciertamente, en la actualidad no hay un consenso. La Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), por ejemplo, señala que solo las personas pueden ser autoras de obras creativas, por lo que estas creaciones basadas en IA están en una especie de limbo. No obstante, todo parece indicar que las normas se actualizarán a estos tiempos.
Los bancos de imágenes toman su postura
He aquí una de las razones de por qué los bancos de imágenes están replanteándose su postura frente las obras generadas por programas de inteligencia artificial. Hasta hace unos días era algo común encontrar usuarios vendiendo ilustraciones de stock generadas principalmente por Midjourney en estas plataformas.
Una búsqueda con el término "ai-generated" en Shutterstock nos arrojó un buen número de resultados. Desde "niños con mochilas" hasta un "simpático robot artista", pasando por "una imagen abstracta del otoño". En todos estos casos, los usuarios que cargaron las imágenes indicaron en la descripción que habían sido creadas con IA.
Ahora, según Vice, Shutterstock habría empezado a eliminar imágenes generadas por IA, aunque sus términos de servicio actualmente no las prohíben explícitamente. Más drástico ha sido el movimiento de Getty Images, Newgrounds, PurplePort y FurAffinity, que han decidido prohibirlas recientemente.
En declaraciones a The Verge, el CEO de Getty Images, Craig Peters, dijo que “existen preocupaciones reales con respecto a los derechos de autor de los resultados de estos modelos y problemas de derechos no abordados con respecto a las imágenes, los metadatos de las imágenes y las personas contenidas en las imágenes”.
Por consecuencia, el banco de imágenes estadounidense ha empezado a trabajar con C2PA (la Coalición para la Procedencia y Autenticidad del Contenido) para crear filtros y evitar este tipo de contenidos. Además, se respaldará en los usuarios para que identifiquen y denuncien los trabajos que no cumplen con los nuevos términos de la plataforma.
Este es tan solo uno de los debates que gira en torno a los generadores de imágenes. Hay quienes plantean que estos pueden reproducir estereotipos dañinos y quienes aseguran que son una puerta abierta para crear deepfakes más precisos. Queda por ver cómo evolucionará este asunto con el paso del tiempo.
Imágenes | Portada realizada con Stable Diffusion
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