Hacer pasar un curso en Aravaca como un máster en Harvard no es ya lo más desconcertante a lo que se pueden enfrentar los técnicos de recursos humanos. Ahora, estos profesionales deberán estar más atentos que nunca al lenguaje corporal de sus entrevistados a través de videollamadas, y no para detectar determinados aspectos de su personalidad a través de ellos, sino simple y llanamente para averiguar si son personas reales.
De acuerdo con un informe reciente del FBI, la agencia de investigación estadounidense está recibiendo un número cada vez mayor de denuncias de empresas que aseguran que uno o varios de los candidatos de sus procesos de selección han usado tecnología deepfake para hacerse pasar por otras personas durante las entrevistas y tener así más posibilidades de hacerse con el empleo.
¿Por qué? Según explica el FBI, la finalidad de estas acciones tiene poco que ver con el ámbito laboral. Los puestos solicitados suelen estar relacionados con las TIC, bases de datos o programación, a través de los cuales se tiene acceso a información personal de los clientes y empleados de la compañía o a datos financieros de la organización. Por lo tanto, el objetivo de estos impostores no es otro que robar esa información para usarla con fines ilícitos.
La agencia de investigación estadounidense señala en su informe que ha recibido multitud de denuncias de este tipo recientemente, en especial de empresas tecnológicas, aunque no ha especificado cuántos de esos intentos de suplantación se detectaron a tiempo y cuántos lograron superar las distintas fases del proceso de selección y acceder a los datos confidenciales de la compañía.
¿Qué puestos? Como es evidente, para que un fraude de esta naturaleza sea posible, los puestos a los que van dirigidos tienen que ser completamente en remoto, y todo el proceso de selección se tiene que realizar a distancia a través de correos, llamadas y videoconferencias. Esto, sumado a que los profesionales TIC suelen tener mayor acceso a datos sensibles de las organizaciones en las que trabajan, hace que muchos de los intentos de suplantación se hayan llevado a cabo en candidaturas para empleos tecnológicos.
¿Cómo detectarlos? El FBI señala que algunas de las empresas que fueron conscientes de la suplantación durante el proceso de selección detectaron el engaño porque voz e imagen no se correspondían en determinados momentos, por ejemplo, cuando el candidato tosía pero en la imagen no, ni siquiera con retardo. Otras compañías descubrieron la farsa gracias al uso de software de detección de deepfakes.
A pesar de que algunas empresas lograron detectarlos a tiempo, descubrir que se está ante un deepfake no es nada sencillo si está bien conseguido y no se está alerta ante la posibilidad de que esto suceda. Las videollamadas con mala calidad, lentas, con lag o entrecortadas son bastante comunes, por lo que los posibles fallos de la suplantación pueden identificarse con alguno de estos problemas y pasarse por alto.
Por otra parte, el software especializado en la detección de deepfakes todavía no es del todo preciso. Según un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon, en Estados Unidos, la efectividad de las herramientas de este tipo que existen en la actualidad oscila entre el 30 y el 97%.
Imagen | Wocintechchat
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