iRobot es una de esas marcas icónicas que durante treinta años ha sido capaz de desarrollar una categoría de producto totalmente nueva, el robot aspiradora, al mismo tiempo que ha sabido permanecer en el liderazgo. La marca americana es hoy en día número uno en venta de robots de consumo en todo el mundo con el 67,1% de cuota de mercado, ha vendido nada menos que un millón de robots entre Alemania, Francia, España e Italia, y 30 millones en toda su historia en todo el mundo, además, actualmente 6,8 millones de clientes están conectados a través de la aplicación de Roomba. La venta de aspiradores tradicionales no hace más que caer, mientras que la de los robots aspiradora crece un 22% anual, trasladándose la compra a internet dejando atrás el mercado minorista. Un negocio redondo, como este tipo de aparatos de comportamiento autónomo que van ganando funciones con el tiempo. Ahora se quiere dar un nuevo paso. Colin Angle, fundador y director general de iRobot, explica en una entrevista para ABC cómo la era Covid-19 ha afectado a las ventas y desgrana su nuevo «juguete»: un nuevo nivel de inteligencia artificial que se lanza esta semana para todos sus robots, iRobot Genius Home Intelligence. «Durante el confinamiento, cuanto más tiempo estaba la gente en casa más consciente era de que la quería tener limpia. Ha habido muchas razones por las que la venta de aspiradores ha subido, en los casos en que las familias tenían un servicio de limpieza en casa que ya no podía acudir, necesitaban alguien que les ayudase a limpiar. Y los que tienen niños en casa han necesitado más tiempo para atenderlos, y tenían menos tiempo para limpiar», añade el directivo. Los que tienen niños en casa han necesitado más tiempo para atenderlos, y tenían menos tiempo para limpiar Los robots aspiradora han sufrido una evolución: han pasado de simplemente ayudar a limpiar en 2002 a sustituir la limpieza en pleno 2020. «El mercado no creía que los robots fueran a funcionar, los clientes eran escépticos si no los probaban en persona. Pero durante los últimos años, eso ha cambiado, la gente está impaciente por saber qué más puede hacer por ellos el robot. Los productos ahora son mucho mejores, y pueden sustituir la limpieza tradicional. También la conectividad del teléfono móvil, ha ayudado mucho a que la idea de que un robot pueda limpiar la casa no pertenezca a la ciencia ficción», asegura Angle. Para intentar mejorar sus capacidades, la empresa -asegura su creador- ha dotado a sus robots con un nuevo nivel de inteligencia artificial que conlleva una mayor independencia y proactividad en todos sus dispositivos. Con una simple actualización, todo robot aspiradora de la marca será capaz de conectarse a la «nube». En opinión de Angle, los usuarios buscan siempre controlar mejor al robot, pero el no poder decirle cómo, dónde y cuando limpiar exactamente conduce a la frustración. «Al fin y al cabo, automático no es lo mismo que inteligente. Los robots deberían de ser más colaborativos, afectivos y saber escuchar a sus dueños», lamenta el empresario. ¿Y la privacidad? La primera nueva funcionalidad de Genius Home Inteligence es que el robot recomienda dónde limpiar, éste reconoce lugares de la casa donde hay que limpiar más asiduamente. Por ejemplo, puede reconocer la mesa de la cocina, y te pregunta si quieres que limpie más a fondo debajo de ella, además la aplicación pregunta si quieres que recuerde la ubicación y ponerle un nombre, así, después de comer puedes pedir al robot que pase sólo debajo de la mesa. La aplicación no guarda la foto de la mesa por privacidad, sólo sabe que necesita limpiarla más a menudo. El siguiente punto importante es el «cuándo limpiar», la mayoría de las rutinas programadas de limpieza son canceladas por el propio usuario, porque el robot empieza a limpiar, molesta a alguien en la casa y lo apaga. Un aspirador inteligente debería saber cuándo no molesta, y ese momento es cuando los habitantes de la casa no están. Para saberlo, la aplicación se conectará a dispositivos inteligentes del hogar, como luces o cerraduras conectadas, ya que el 70% de los usuarios de Roomba suelen tener otros dispositivos conectados, además, gracias a su conexión con IFTTT, las posibilidades son casi infinitas. Cuando los usuarios programan sus robots manualmente no suele tener un buen resultado porque las personas son más complejas que «limpiar todos los días a la misma hora». El sistema irá buscando patrones de horarios de limpieza al encenderlos manualmente y sugerirá programas más complejos, además de, programas concretos, como «limpieza después del desayuno», para que haga, por ejemplo, una limpieza rápida debajo de la mesa en 20 minutos. Con solo decirlo por medio de sus comandos de voz, Alexa -el asistente de voz integrado- iniciará el proceso en cuestión de segundos. «El robot deberá aprender a limpiar como quieren los usuarios», comenta Angle. Un robot debería aprender y recomendar acciones de limpieza. Todos los hogares presentan distintos desafíos para estos aparatos porque no todos son iguales y tienen lugares donde están las regletas con los cables o una alfombra complicada. Pero el software «aprende»: si se atasca muchas veces terminará recordando y preguntará a su usuario si quiere evitar la limpieza en ese punto, creando una zona de exclusión de forma automática. También entenderá dependiendo de la estación, por ejemplo, que en la estación de polen es más conveniente que limpie más a menudo, o si es la época de cambio de pelo del perro, necesitará limpiar más a fondo, y se lo sugerirá a su usuario. «Somos una empresa de inteligencia artificial, esta es la versión 1.0 de la nueva IA, en 3 meses los usuarios verán una nueva versión, 3 meses después será la 2.0, y en 6 meses lanzaremos la 3.0, los clientes de Roomba van a ver cómo sus robots se vuelven más inteligentes con el tiempo, sin que tengan que hacer nada«, adelanta el ejecutivo. La empresa promete que sus máquinas de limpieza van a ser capaces de adaptarse a los hábitos de sus propietarios. «Ahora nuestro robot aspirador va conocer mucho más de nuestras costumbres, cuándo desayunamos, cuándo estamos o no en casa, o qué muebles tenemos, por lo que la privacidad del hogar se convierte cada vez más en un tema sensible, aunque el robot no envía ninguna de las imágenes que toma a través de sus cámaras a internet, sino que las utiliza para orientarse y luego las borra, sigue siendo un tema delicado», avanza.
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