Solo en China e India, en 2016 hubo más de 6 millones de graduados dentro del campo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) según el Foro Económico Mundial. Tanto EEUU como la Unión Europea promueven desde hace años iniciativas destinadas a elevar el número de estudiantes interesados en carreras STEM. La robótica y la programación son dos de los pilares de esas iniciativas.
En España, equipos de centros educativos públicos y privados e incluso algunos provenientes de víveros de empresas tecnológicas, han conformado una auténtica cantera de ingenieros de varias especialidades que han cerrado el círculo y ya están trabajando en compañías punteras tras encontrar la inspiración sobre qué estudiar gracias a los proyectos llevados a cabo en la FLL.
España, tercer país que más aporta a la FLL
La First Lego League (FLL) es un programa mundial para jóvenes de entre 10 y 16 años que, a través de retos lúdicos relacionados con la ciencia y la robótica, pretende inculcar pasión por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas por medio de problemáticas reales que se han de resolver con trabajo en equipo, de manera dinámica y con un uso apropiado de la tecnología.
En la última edición de la FIRST LEGO League, solo en España se celebraron 37 torneos en 26 ciudades, con un total de 2030 equipos de estudiantes de primaria y secundaria como participantes directos. España es ya el primer país de Europa y tercero del mundo (solo por detrás de EEUU/Canadá y China) en participación de equipos en esta competición STEM asociada con la robótica con kits de LEGO que no para de crecer año a año y que en nuestro país apoyan el 20% de las universidades.
Legotronic Beavers (FLL Navarra) e Invictus Lego (FLL Comunidad Valenciana) han sido dos de los finalistas que acudieron a Detroit el pasado mes para competir en la final mundial del WORLD FESTIVAL que se celebró en Detroit (EE.UU) y en el que están representados los mejores equipos nacionales de los diferentes programas asociados a LEGO.
Estos dos equipos españoles tienen un largo historial de éxito en la competición y son un reflejo al más alto nivel de la conexión entre las carreras STEM, la competición de robótica y un futuro como profesionales relacionados con la ingeniería y grados asociados a su labor en los proyectos que cada año propone LEGO.
Así entrenan los equipos españoles de la FLL
Investigar los obstáculos a que se enfrenta la gente mayor y buscar soluciones para mejorar su calidad de vida, explorar nuevas formas de gestionar los residuos o innovar alrededor del ciclo humano del agua. Estos son algunos de los desafíos de la FLL de años anteriores. En todos ellos se pide a los equipos una serie de tareas que implican elaborar una estrategia para resolver el reto y en la que el objetivo final es que diseñen, construyan, programen y prueben un robot autónomo utulizando la tecnología LEGO MINDSTORMS.
Los equipos participantes de la FLL buscan plantear soluciones innovadoras a retos similares que los científicos de hoy, aplicando conceptos matemáticos y desarrollando habilidades y competencias en auge como la gestión del tiempo, el trabajo en equipo o el pensamiento crítico.
Aunque cuentan con entrenadores, mayoritariamente profesores, estudiantes universitarios o jóvenes profesionales en carreras técnicas, el desarrollo de la competeción los pone a prueba a ellos solos. Allí los entrenadores no pueden estar en contacto con ellos y deben contestar por sí mismos a cuestiones que plantea el jurado sobre el proyecto o solucionar errores de programación y montaje de los robots en salas aisladas y sin contacto con nadie del equipo más que los propios alumnos del equipo.
"En los torneos clasificatorios, nacionales e internacionales, son ellos los que se tienen que poner delante de un jurado y responder cualquier pregunta que les hagan, es decir, tienen que estar preparados para afrontar cualquier situación fuera de su “zona de confort”, y darles libertad de trabajo y mantenernos en un segundo plano durante los entrenamientos es lo que les ha dado las herramientas para afrontar cualquier situación difícil trabajando en equipo"
En Invictus Lego, el perfil de los entrenadores no es único, de manera que se pueden cubrir aspectos puramente educativos pero también más técnicos. Entre ellos cuentan con dos profesores del propio centro, los resposables de Tecnología y de la extraescolar de Robótica. Les apoyan en determinados momentos del proyecto mentores e incluso realizan visitas y entrevistas a trabajadores de la ESA, del CSIC, físicos teóricos o investigadores en radio física orientada a la medicina para conseguir información para realizar su proyecto científico y confirmar su viabilidad.
La filosofía del equipo y el compromiso que tienen los entrenadores y mentores es que los miembros del equipo sean autosuficientes y tengan ellos la capacidad de resolver los problemas que se encuentran por el camino mediante sus propios medios. Por ello, lo habitual es que tras el traspaso de los conocimientos adquiridos en otras ediciones de la FLL (en el caso de miembros nuevos en el equipo), en Invictus Lego la intervención de los entrenadores pasa a ser meramente representativa del equipo debido a que todos los miembros son menores de edad, así como consultiva, ofreciendo al equipo una opinión sobre el trabajo desarrollado.
El proyecto Invictus Lego surgió hace 8 años en el colegio Pureza de María en Valencia como un único grupo creado para participar en la First Lego League. Desde entonces se ha mantenido como un solo equipo cuyos miembros se han ido renovando con el paso de las temporadas, pero siempre con un denominador común: son alumnos del centro educativo.
"El equipo fue propuesto e impulsado desde un primer momento principalmente por estudiantes del centro y a día de hoy sigue siendo así, por lo que los miembros que entran siguen siendo alumnos del colegio. El inicio de la temporada suele coincidir con el comienzo del curso escolar y durante las primeras semanas todos los alumnos de 3º y 4º de ESO están invitados a pasarse por los entrenamientos y probar la experiencia de trabajar en el equipo"
El gusto por la ciencias, la robótica, la investigación o la construcción son hilos conductores de las motivaciones de los alumnos que deciden probar en Invictus. Como Irene.
"Uno de los principales motivos por los que decidí incorporarme a este equipo es que siempre me ha gustado el mundo de la investigación y las ciencias. Años atrás ya había comenzado a investigar sobre el espacio, y era una cosa que me apasionaba desde muy pequeña ya que grandes científicos como Albert Einstein, Isaac Newton o Joseph John Thomson entre otros lo habían estudiado ya. Y encontrar que el tema era del espacio me motivo aún más para querer entrar en el equipo"
La amistad ("la principal motivación que me hizo entrar en el equipo es que mis mejores amigos también se iban a unir") o las ganas de conocer gente no faltan entre el por qué de entrar en estos equipos.
Y al final, según Jordi, otro de los alumnos del equipo de este año, la "familia" que acaba formándose entre ellos es lo que más valoran. En plena adolescencia es perfectamente comprensible.
"Lo que más valoro de estar en un equipo de la FLL es que siempre te sientes valorado y una pieza importante del equipo, además de las familias que esta competición consigue formar bajo el nombre de un equipo de robótica"
Hasta el final del primer trimestre el equipo definitivo no queda configurado. Se trata de que sean los propios alumnos los que decidan por sí mismos si se comprometen a trabajar y les gusta el proyecto. Sin más condiciones que un buen rendimiento académico, algo que en algunos casos, como nos cuenta Jordi, entrenador de Invictus Lego este año, ha hecho que mejoraran sus expedientes tras el paso por el equipo.
"La administración del equipo se compromete con el centro a que los miembros del equipo mantengan un buen ritmo de estudios, por lo que si su rendimiento escolar baja pueden ser cesados. Ésta es la única selección o filtro en el que no deciden los miembros si pueden participar o no"
Familiares de trabajadores de MTorres: la base de sus equipos de FLL
Eva García es responsable de proyectos de la Fundación MTorres, perteneciente a la empresa del mismo nombre. Se trata de un grupo industrial dedicado a la automatización de procesos industriales para la industria Aeronáutica, Paper converting y Energía eólica. Cuenta con más de 750 trabajadores, dedica un 10% de sus ingresos en I+D+i y tiene 650 clientes en más de 70 países. Algunos de ellos son Airbus, Boeing, Rolls Royce o Kawasaki.
Entre los proyectos de la fundación destaca el denominado Nuevos Talentos de MTorres. Actualmente lo conforman cuatro equipos, dos en la planta de Torres de Elorz, en Navarra, y dos en la de Fuente Álamo, en Murcia. Son equipos que participan en las competiciones de la FLL y que están destinados principalmente para familiares de trabajadores de MTorres.
"En principio, es una actividad dirigida a los familiares de los empleados de MTorres, pero también tenemos algunos participantes “externos” que llegan al proyecto por amistad con algún empleado o con algún miembro de los equipos"
Para entrar a formar parte del proyecto no se hace ningún tipo de selección y el límite solo lo marca la disponibilidad de plazas, 20 en Torres de Elorz y 16 en Fuente Álamo. Dentro de los equipos tienen cabida personas con todo tipo de capacidades con edades desde los 10 hasta los 16 años (las oficiales de FLL), aunque también cuentan con algunos casos de miembros que empezaron con solo ocho años.
La actividad es completamente gratuita para todos los miembros, pero hay una exigencia a cumplir.
"Se exige un compromiso de asistencia continuada a lo largo de la temporada, sobre todo por respeto hacia el resto del equipo"
Los entrenamientos de los equipos de MTorres arrancan en octubre. Son cuatro horas a la semana, concentradas en un solo día, los sábados de 10:00 a 14:00 en Torres de Elorz y los domingos de 9:00 a 13:00 en Fuente Álamo (Murcia).
"A partir de enero, se intensifican los entrenamientos hasta llegar a las 12 horas entre sábado y domingo, una o dos semanas antes de los torneos. Hay que decir que todo ese tiempo no se dedica al entrenamiento propiamente dicho, sino que también incluye momentos de distensión, tan importantes para el éxito de la actividad"
Todo se lleva a cabo en un espacio propio dentro de las instalaciones de la empresa, las cuales han sido personalizadas con el tema Lego. Allí disponen de todos los elementos necesarios para los retos y las pruebas de cada año. En algunas ocasiones, los equipos se desplazan para compartir actividades con otros equipos o visitar lugares de interés para sus proyectos científicos.
Entre los entrenadores de los diferentes equipos de MTorres predomina el perfil técnico. Son sobre todo estudiantes de ingeniería, algunos de ellos antiguos miembros de los equipos.
Actualmente, solamente una entrenadora de Torres de Elorz y uno de Fuente Álamo tienen vinculación laboral con la empresa, pero ahí suelen encontrar colaboración de algunos perfiles si encajan en el tema de la edición en concreto. Si no, se contaría con expertos de fuera de la empresa, algo que alienta la propia FLL para desarrollar los proyectos.
Hasta 48 horas de entrenamiento a la semana en las fases finales
Los alumnos que forman parte de Invictus Lego no tiene un calendario fijo de horas de entrenamiento a la semana. En principio trabajan dos tardes, unas cuatro horas cada una de ellas.
Pero es una planificación flexible que ajusta sus horarios a épocas de exámenes pero que suele ser habitual que se acabe siendo ampliado por parte de los propios alumnos, los cuales asumen el compromiso de organizarse para estudiar y acudir a los entrenamientos de equipo. Máxime si entramos en un nivel competitivo como el que ha tenido Invictus en los últimos años.
"La participación en la First Lego League con un nivel que nos ha permitido los tres últimos años participar en la final nacional de España y acudir a fases internacionales sí requiere un gran compromiso y dedicación de tiempo por parte del alumno para desarrollar el trabajo"
Pese a estas cifras altas de horas de entrenamiento, los miembros del equipo acaban viendo el lado positivo, principalmente en el tiempo que pasan juntos y el buen ambiente de trabajo. Pero nadie les quita lo duro que es al principio, como nos cuenta Jordi.
"En un principio la adaptación es dura ya que se tiene que compaginar con los exámenes y estudios, pero con el paso del tiempo aprendes a aprovechar más el tiempo y dedicarle tiempo a todo. Recalcar que si se le dedica tantas horas es porque te gusta y si algo te gusta todo se hace mucho más ameno"
Tomarlo como un hobbie y formar una familia que se lleva bien y en el que hay personas con tus mismas inquitudes son respuestas que resultan prácticamente comunes cuando hablamos con Jorge, Haritz, Marta o Cecilia. Tienen entre 13 y 16 años y son miembros actuales de Legotronic Beavers, uno de los equipos navarros de FLL en MTorres.
Para ellos, las horas de entrenamiento semanal, especialmente en las semanas previas a la competición, suponen esfuerzo y sacrificio que se supera con ilusión y diversión haciendo lo que les gusta.
"Es un gran compromiso y en ocasiones tenemos que renunciar a muchas actividades a las que nos gustaría acudir, tanto deportivas como del ámbito educativo, pero esto es nuestra pasión, nuestro hobby. Lo hacemos con tanta ilusión que se te pasan las horas sin darte cuenta"
El equipo Invictus Lego entrena en las instalaciones del mismo colegio y recibe ayuda de éste, por ejemplo usando piezas de los 11 kits del colegio co en la compra de kits de expansión, por lo que en un principio no tiene ningún coste económico pertenecer al mismo.
"Los únicos gastos que corren a cuenta del equipo y los alumnos son el material para la realización de los proyectos y en segundo lugar el desplazamientos, alojamiento y gastos que supongan los viajes a las competiciones, aunque suele buscarse apoyo de patrocinadores o campañas para financiar estos costes"
En MTorres, dentro del proyecto Nuevos Talentos, los equipos sí que tienen todos los gastos cubiertos, incluidos los viajes a las competiciones internacional, que los cubre la Fundación MTorres.
Ese apoyo continuo, concreto y amplio de la Fundación Torres se nota en las competiciones. No solo hablamos a nivel económico sino especialmente de continuidad en el proyecto.
Pablo Aragón es actualmente entrenador, pero tiene la experiencia muy reciente al haber sido anteriormente miembro de los equipos. Para él, esa continuidad en el proyecto es un factor clave para los éxitos que han alcanzado los equipos de MTorres en los últimos años.
"Es cierto que no es el mismo nivel el que tiene un equipo que llega por primer año a la competición desde un colegio que el de un equipo nuestro. Al fin y al cabo, nuestro proyecto consiste en comenzar con la formación desde los diez años o incluso antes. De forma que tengan seis años por delante en los que ir desarrollándose. Los primeros años es muy complicado conseguir logros, todo el esfuerzo se invierte en la formación y es en los últimos años de participación cuando pueden alcanzar los premios en las competiciones, como ha ocurrido este año"
Esa gestión de los tiempos y experiencia que no pueden conseguir equipos de colegios, donde sus integrantes suelen permanecer de media solo uno o dos años para rotar entre compañeros que alcanzan un determinado curso, es algo que comparten en Navarra con otros equipos de la FLL Navarra, a los que invitan a sus instalaciones para intercambiar ideas e intentar ayudarse mutuamente.
Invictus Lego, a pesar de admitir que son afortunados por contar con los recursos del centro educativo al que representan, saben de las dificultades extras por esa falta de financiación, las cuales a veces provocan que les resulte más difícil que a otros centros la resolución de determinadas fases por falta de piezas, dinero o instalaciones adecuadas.
En el equipo valenciano lo notan especialmente en las competiciones internacionales, pues en su caso son los miembros del equipo los que tienen que costerarse el viaje completo. Todo a excepción de las inscripciones, que corren a cargo del centro.
Pese a ello, nos confiesan orgullosos que confían en el trabajo duro porque "hace cuatro años no nos hubiéramos creído que íbamos a participar en algún torneo internacional y mucho menos en la final mundial, el World Festival". Y ya van tres (Australia, Estonia y Estados Unidos), lo que les ha supuesto un reto mayúculo para conseguir financiación.
"Cuando nos clasificamos a un torneo internacional realizamos eventos, rifas y ponemos huchas en los comercios cercanos al colegio para así tener un fondo económico y poder costear el viaje. Asimismo, abrimos una campaña de crowdfunding donde todo aquel que lo desee puede donar voluntariamente y contactamos con empresas en busca de patrocinios"
Pero incluso cuando consiguen esas colaboraciones, no todo sale como esperaban.
"Este año hemos tenido una mala experiencia con la sede española de una empresa alemana de instalaciones automatizadas, que después de llevar su logo en las equipaciones y en diferentes partes del material del equipo se ha negado a hacer la ayuda económica que habían prometido debido a que el logo que llevábamos “estaba desactualizado”
La cantera STEM de ingenieros, científicos e investigadores
Hace ya cuatro años que los primeros componentes de equipos FLL de MTorres realizaron prácticas de verano en la propia empresa. No todos los estudiantes que hacen estas prácticas proceden del proyecto Nuevos Talentos, pero sí es cierto que se les da prioridad al asignar las plazas. Lo hacen en prácticamente todos los departamentos de la empresa si su formación se ajusta a algunos de los perfiles en la misma.
"Entre los estudios elegidos hay un poco de todo. Bastantes se decantan por las ingenierías, pero también tenemos un arqueólogo o una psicóloga, por ejemplo"
Con Invictus Lego y la elección de carreras de ex-participantes en el equipo ocurre algo parecido, aunque sin una conexión directa con ninguna empresa en concreto.
"Efectivamente la gran mayoría se encuentran actualmente estudiando ingeniería o otras carreras relacionadas con las ramas STEM como física o matemáticas, al fin y al cabo, éste es el área que se promueve la Fundación FIRST, aunque también hay ex-participantes que no se han decantado por la rama científico-técnica y ha preferido la rama sanitaria, magisterio u otras salidas profesionales"
Al igual que las empresas de ingeniería y tecnología pueden mirar en estos equipos como una cantera, los equipos como Invictus Lego aplican la misma idea en las optativas de robótica que se imparten en academias y colegios, aunque de entrada no sea el objetivo primero de las mismas.
"La optativa de primaria, impartida por uno de los entrenadores del equipo, está enfocada a iniciar a los alumnos en la robótica, aunque muchos descubren aquí una pasión que les motiva a querer formar parte del equipo en un futuro"
Luis, Jordi e Irene, miembros de Invictus, probablemente sumen a las estadísticas de ex-participantes de equipos en la FLL que confirman o incluso descubren su vocación gracias a esta competición y el trabajo en los entrenamientos.
Luis apostará por ingeniería química gracias a lo encantado que ha quedado por su investigación sobre la interacción de las partículas radiactivas con diferentes materiales, mientras que Irene tendrá seguro futuro como ingeniera biomédica para desarrollar fármacos y nuevas técnicas para tratar enfermedades.
Jordi, por su parte, no lo tiene tan claro, pero sí que ha conseguido que su trabajo en el equipo le marque al menos un hilo del que tirar.
"Estoy algo indeciso, pero una de las cosas que me gustaría ser de es ingeniero, aunque todavía no sé cuál de todas es la que me llama. También estoy barajando las ideas de arquitecto o que esté relacionado con el mundo del diseño y la construcción. Ya que soy el principal encargado de diseño y construcción el equipo he pasado mucho tiempo dándome cuenta que todo eso es lo que me apasiona y después de mi paso como participante de la FLL me encantaría continuar realizando cosas similares en un futuro"
En el caso de Jorge, Marta, Cecilia y Haritz, de los equipos de MTorres, tener referentes en la propia familia y trabajar en el entorno de la empresa suma mucho a la hora de ver su futuro asociado a carreras técnicas y concretamente en divisiones de MTorres. Incluso con cambios de opinión.
"Antes de entrar en el equipo quería estudiar criminología, pero, tras estos cuatro años, he cambiado de opinión y me gustaría estudiar alguna ingeniería, aunque aún no tengo claro cuál. Me queda tiempo para decidirlo"
Cecilia, de 16 años, también confiesa que la decisión sobre su futuro ("me gustaría estudiar diseño gráfico") la ha tomado en el último año y gracias al trabajo concreto que ha desarrollado en el equipo.
"Ha sido una decisión que he tomado en este último año y, gracias al Lego, me he dado cuenta de que me encantaría dedicarme a ello. He disfrutado mucho desarrollando los diferentes proyectos que tenemos que presentar a los jurados en las competiciones. Esto me ha hecho despertar mi capacidad creativa"
Las respuestas de estos alumnos sobre su futuro laboral ("Verdaderamente he pensado lo de trabajar en MTorres varias veces y me encantaría, ya que he visto cómo trabaja aquí la gente") confirman algunos de los por qués de este proyecto dentro de MTorres.
La compañía es consciente de que están realizando una inversión en futuro, formando a los miembros de los equipos principalmente en los valores internos que aplican en su día a día. Mucho mejor que hacerlo posteriormente en alumnos universitarios sin paso previo por sus instalaciones.
De Extremadura a la RoboRAVE Internacional 2019 de China
La FLL o la WRO son las dos competiciones asociadas a productos LEGO más conocidas y en las que más equipos participan. Pero no son las únicas. La RoboRave es el hilo que une a un colegio público de Badajoz con China, lugar donde este año se celebrará la final mundial de esta competición de robótica más clásica que las anteriores.
Daniel Pérez Leitón es el responsable desde hace tres años de un programa de robótica educativa en su centro de trabajo, el CEIP Lope de Vega de Badajoz. Elegir la RoboRave por delante de otras competiciones LEGO fue cuestión de practicidad.
"Éste es el tercer año que tiene lugar en Badajoz la RoboRAVE Ibérica, de ahí que sea ésta la elegida. No descarto, en un futuro, participar en las otras dos. Son muy interesantes, y pueden aportar otras experiencias y formación a nuestros alumnos/as"
Si bien en la segunda edición de esta competición su presencia fue meramente como observadores de la competición, este curso, junto con sus alumnos de 6º de primaria y tras dos años ya en el proyecto, el colegio decidió inscribirse en la RoboRAVE Ibérica 2018 y dar el paso adelante que les llevara a nuevas experiencias. Y allí se fueron con 5 equipos, los 25 alumnos de Daniel.
"A esa competición se presentaron 75 equipos de 9 países, 133 participantes y 30 entrenadores. El CEIP Lope de Vega, fue el único Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) de Extremadura que se presentó. Tuvo una mención especial por la RoboRAVE, al ser el centro con mayor número de equipos en competición en la tercera edición de la RoboRAVE Ibérica 2018, con 5 equipos presentados"
En la RoboRave son tres los concursos principales: a-MAZE-ing, jousting y sumobot. En todos ellos los equipos del Lope de Vega obtuvieron premios. Concretamente dos primeros puestos, un segundo y dos terceros. Todos ellos en la categoría Middle School, que aglutina a alumnos de entre 11 y 13 años de edad.
La odisea de buscar patrocinadores (y no tener material de robótica propio)
Haber obtenido trofeo en algunas de las diferentes RoboRAVE mundiales (20 países) da derecho a asistir a la edición internacional. Este año toca en China y tras hablarlo con las familias, 8 alumnos (cuatro chicas y cuatro chicos) dan el gran paso para formar dos equipos. El apoyo del equipo directivo del centro, el claustro de profesores y toda la comunidad educativa lo tienen. Y la ilusión de los protagonistas.
"Los alumnos/as que van a participar están muy contentos, motivados, felices y emocionados, deseando que llegue el día del viaje. El resto de compañeros/as están también muy contentos de que sus amigos/as vayan a representar a su clase, a su cole, a su ciudad, a su región y a su país. Están muy entusiasmados"
El presupuesto que manejan para este viaje, unos 30000 euros (el coste por alumno es aproximadamente de 2500 euros), ha sido el gran obstáculo para cumplir su sueño. Han buscado apoyo en la administración pública, pero es insuficiente, por lo que el grueso del dinero lo están obteniendo de empresas, fundaciones y aportaciones de particulares, además de con la venta de diferentes productos del equipo. Pero finalmente y tras mucho esfuerzo, hace unos pocos días consiguieron completar el presupuesto.
Una vez conseguido el objetivo de poder viajar a China (serán los únicos españoles en hacerlo), toca reforzar el trabajo en clase dentro de las posibilidades. Todo el trabajo se desarrolla en el aula y dentro del horario lectivo.
"Soy su tutor, y les doy clases de lengua, matemáticas, ciencias sociales, ciencias de la naturaleza y plástica. Introduzco la robótica dentro de mi horario lectivo, en la hora de refuerzo. Le dedicamos a la robótica una hora a la semana, en ocasiones menos y en otras más"
La coincidencia de esta final internacional con el final de curso no juega a favor de los Lopetronic, nombre del equipo y de la mascota diseñada de manera desinteresada por José Manuel Gamero Gil. El tercer trimestre es clave para alumnos que el año que viene pasan a Educación Secundaria.
Para un centro educativo público, las diferencias entre equipos que participan en estas competiciones son mayores.
"No es lo mismo, como es en mi caso, impartir las clases de robótica dentro mi horario lectivo, y con una lógica limitación de tiempo, a una asociación que se dedique sólo y exclusivamente a la enseñanza de la robótica con más horas a la semana. También afecta al material del que disponemos, hay diferencias significativas"
Los Lopetronic no tienen material propio de robótica. Los kits LEGO EV3 necesarios suponen una inversión importante así que recurren a cesiones del Centro de Profesores y Recursos de Badajoz o, como en el caso de los cinco kits de LEGO, a otro colegio que se los cede y al que están muy agradecidos. Tampoco hay un espacio exclusivo en el centro para trabajar robótica.
"El espacio del que disponemos es el aula, y cada vez que hay clases de robótica, hay que “transformarla”. Sacamos los ordenadores, robots, cables, alargaderas de corriente –al no haber enchufes suficientes-, y mover mesas y sillas. Los chicos están acostumbrados, y en cinco minutos está todo organizado"
Una clara muestra de estas limitaciones ocurrió en la RoboRAVE Ibérica, donde tuvieron que participar en tres pruebas diferentes con el mismo robot, haciendo las adaptaciones necesarias para que cumplieran con las normas de cada prueba. Todo un ejemplo de superación que seguro que ya ha sido un aprendizaje para su futuro.
Imagen | VokahKlim.
via Magazine - robotica-e-ia http://bit.ly/2R0CyTt
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