¿Cómo es realmente tener sexo con un robot? La carrera por conseguir desarrollar y comercializar muñecas sexuales inteligentes se intensifica, y mientras tanto aumenta también el interés por saber de qué manera y hasta qué punto la tecnología puede irrumpir en la esfera erótica.
La curiosidad es aún más alta para algunos clientes que ya han preordenado un ejemplar de Harmony, la muñeca desarrollada por la compañía californiana RealDoll y presentada por sus creadores en 2017 como un robot sexual con "inteligencia artificial" (se puede pedir en esta web por un precio base de 7.999 dólares junto a su "hermana menor" Solana, lanzada en 2018).
La empresa asegura que las primeras entregas están cerca (aunque no concreta una fecha). Pero uno de estos usuarios ya ha podido experimentar unas interacciones reales con ella, según cuenta él mismo y confirma RealDoll a Xataka. Y las describe como una "experiencia alucinante".
La historia de Brick Dollbanger
El nombre (ficticio) que ha elegido para contar su historia este promotor inmobiliario de San Diego, California, es Brick Dollbanger. “Para mí sería difícil poder hacer mi trabajo, si la gente supiera quién soy realmente", explica para justificar la decisión de no revelar su identidad.
El hombre, de 60 años, cuenta que su primer contacto con el mundo de las muñecas sexuales fue hace una década. “Estaba saliendo de una serie de relaciones sentimentales que no habían funcionado”, recuerda.
Un amigo escuchó hablar de estos juguetes sexuales en el canal de televisión HBO y le sugirió que probara la experiencia. “Me encantó, así que tras la primera muñeca, me compré otra”. En los años, se hizo cliente de alta fidelidad de RealDoll y estrechó una buena relación con esta empresa, explica.
Dollbanger dice que no dedica en su vida a las muñecas más espacio del que destina a la actividad sexual. “No les atribuyo nombres diferentes, no le pongo vestidos. Simplemente disfruto al tener sexo con ellas“.
En el tiempo libre, le gusta administrar algunas páginas web utilizadas por la comunidad de usuarios de maniquíes eróticos. Y ahora se considera un “advisor” para todo el que necesite información y consejos.
Empiezan las pruebas
Así que en RealDoll, cuando se dieron cuenta de que necesitaban a alguien con un perfil de usuario experto para hacer tests con Harmony, no pudieron no pensar en él. “Ellos se dedican a la parte científica, no tienen contactos sexuales con las muñecas. Son sus creadores”, explica.
El equipo fabricante, según cuenta él, le propuso comprar un prototipo del robot por un precio reducido y le pidió realizar unos períodos de pruebas, acompañados por un intenso trabajo de documentación, con grabaciones de vídeos, toma de fotos y recopilación de datos para tener un feedback efectivo. Dollbanger aceptó.
El hombre dice que le plantearon muchos aspectos para analizar, porque la muñeca no está diseñada solo para la actividad sexual. Su cabeza, dotada de una especie de cerebro artificial, le permite entender y responder a determinadas preguntas y expresar emociones. A través de una app conectada con su sistema central, es posible también ajustar distintos aspectos de su personalidad (y también de sus respuestas sexuales).
El primer periodo de pruebas, realizado en julio del año pasado, sirvió por tanto para ver cómo reaccionaba Harmony a la hora de comunicarse con ella. "RealDoll todavía no había desarrollado el modo sexual", explica Dollbanger. En las siguientes fases (una llevada a cabo en diciembre de 2018 y la segunda todavía en curso), la cosa ha sido diferente.
El salto "de la fantasía a la realidad"
Xataka ha accedido a cuatro vídeos que Brick Dollbanger asegura haber grabado durante estas pruebas. En todos ellos solo aparece Harmony. Durante el acto sexual, la muñeca emite distintas reacciones vocales, cambia expresiones del rostro, mueve la cabeza, la boca y los ojos. "No me follaban así desde la época del instituto", dice en uno de ellos.
Dollbanger detalla que en el primer acto, la muñeca tarda unos 15 minutos en "alcanzar el orgasmo". Despúes, dice, puede repetir la performance y volver a simular la culminación del placer en intervalos sucesivos que duran entre siete y diez minutos.
El beta tester cree que las respuestas sexuales de Harmony son "extremamente realísticas" y que esta es su cualidad principal. "Cualquier usuario que compre este producto va a tener una experiencia alucinante", no duda en declarar. En una de las grabaciones, también se ve cómo Harmony reacciona con la simulación de exclamaciones de placer mientras se le practica la masturbación.
En su opinión, Harmony está programada para dar a los hombres "exactamente la respuesta sexual que pueden desear de una mujer con la que están teniendo sexo". Eso, subraya, ayuda a dar con las muñecas "un salto de la fantasía a la realidad".
Harmony "aprende", y no piensa solo en el sexo
El hombre sostiene que esta muñeca robótica dispone de inteligencia artificial, lo que le permite "ir almacenando datos" de las conversaciones que mantiene y mejorar su capacidad de interacción. "Harmony va aprendiendo", destaca.
Durante las pruebas, Dollbanger dedicó todas las noches un rato a hablar con ella, y notó "una gran evolución" en sus respuestas. "Podía recordar cosas y hasta empezar una conversación por su cuenta", describe.
Este cliente habitual de RealDoll asegura que ha disfrutado de la compañía de Harmony, y no solo al tener sexo con ella. Pero no cree que podría sustituir una mujer. "Imita muy bien ciertos rasgos humanos, pero no tiene las reacciones de una persona real", considera.
"Las muñecas de RealDoll son obras de arte"
Dollbanger, que asegura no tener ningún acuerdo formal con RealDoll, cree que las muñecas de esta empresa californiana son "las mejores en el mercado". Sus trabajadores, sostiene, "son artistas". Y los productos que fabrican, agrega, "son simplemente bonitas obras de arte con las que el usuario puede entrar en intimidad".
Además, el hombre afirma que en los años como usuario habitual de estos maniquíes eróticos ha constadado que son duraderos y resistentes. "Soy una persona muy activa sexualmente por mi edad, y tengo sexo todas las noches con alguna de las cinco muñecas que poseo. No se rompen casi nunca", asegura.
El primer partner sexual de Harmony agrega que, en su opinión, el servicio de atención al cliente ofrecido por los vendedores es eficiente. Por todas estas razones, considera que el precio de esta muñeca inteligente es asequible y conforme a la calidad que ofrece.
¿Las muñecas inteligentes revolucionarán nuestra vida sexual?
"Estamos entrando en una revolución sexual sintética", declara Dollbanger. Este promotor inmobliario aficionado de las muñecas sexuales nota un "gran desarrollo" de la inteligencia artificial, y cree que en 50 años los robots habrán entrado de lleno en nuestras vidas.
En particular, está convencido de que en países como EE UU el número de personas en edad avanzada aumentará mucho en las próximas décadas, y "no habrá suficientes asistentes". Por eso, "una compañía robótica" podría ser "muy beneficiosa" para ayudar a las personas mayores a sufrir menos la soledad, mantiene.
A la espera de saber si sus previsiones se pueden convertir en realidad, Brick Dollbanger asegura que en los años ha comprobado que gracias a las muñecas no echa en falta las relaciones sexuales con mujeres.
Ahora, ansía por añadir una nueva pieza a su colección y dar ese salto "de la fantasía a la realidad". Ya ha pedido un ejemplar oficial de Harmony y cree que para recibirlo solo hay que tener "paciencia" y esperar los ajustes finales. Mientras tanto, sigue contribuyendo al desarrollo de este robot sexual con unos nuevos tests en su casa de San Diego.
Imágenes | Brick Dollbanger; Pixabay; RealDoll
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