China es el mayor consumidor de carne de cerdo en el mundo, se estima que actualmente tienen una población de más de 400 millones de estos animales e incluso tienen reservas en caso de escasez. Pues los cerdos chinos están en peligro ante una devastadora enfermedad y la tecnología quiere salvarlos.
Compañías como Alibaba, JD.com, SmartAHC o Yingzi Technology están desarrollando tecnología con un objetivo en común: salvar a los cerdos. Lo realmente interesante de esto es que están desplegando tecnología que sólo ha sido usada en humanos, como sistemas de reconocimiento facial, de voz y hasta robots que sirven la cantidad exacta de comida.
No es la granja del futuro, sino del presente
China se está enfrentando a la fiebre porcina africana, una enfermedad mortal que está amenazando el suministro de carne de cerdo en el país. Dicha enfermedad a día de hoy no tiene una vacuna, además de que se puede propagar por simple contacto entre animales o a través de productos porcinos infectados. Es decir, puede estar presente durante meses en salchichas o jamón, y aunque no afecta a los humanos, éstos pueden ser portadores.
Ante esto, las empresas tecnológicas vieron una oportunidad de negocio y ya están implementando sistemas en algo que han llamado "granjas del futuro". Según la información, estás granjas sirven para monitorizar la actividad de los cerdos y así tratar de anticipar cuáles son los animales enfermos para así evitar contagios y que la enfermedad se siga esparciendo.
Debido a que el reconocimiento facial es bien conocido en China, ha sido rápidamente adoptada para estas granjas, donde sirve para detectar algunos rasgos que presentan los cerdos enfermos. Incluso se han instalado micrófonos con sistemas de reconocimiento de voz, que sirven para detectar la presencia de tos, que a día de hoy es uno de los síntomas más claros de esta enfermedad.
A pesar de que veterinarios, investigadores y expertos epidemiológicos están a favor de estas tecnologías, los dueños de las granjas y criaderos aún se muestran escépticos, ya que las mismas tecnológicas siguen experimentando con estos sistemas, los cuales sólo han demostrado su buen funcionamiento en humanos pero nunca en animales.
Ahora mismo, las tecnológicas chinas están luchando por tener una base de datos con los rostros de los cerdos, pero el sistema de reconocimiento facial sólo funciona en animales vivos, por lo que la misión se complica debido a que las granjas y mataderos tienen millones de cerdos muertos listos para ser vendidos. Es decir, estos cerdos no se pueden mapear y por lo tanto es imposible determinar si están enfermos.
Pero también hay otro problema. Y es que según el Ministerio de Agricultura de China, hay poco más de 26 millones de granjas porcinas en el país, las cuales tienen como máximo 200 cerdos. Por ello no les resulta rentable invertir en esta tecnología que aún tiene precios que la mayoría no puede pagar, eso sin mencionar el personal especializado que se necesita para su operación y mantenimiento.
El gobierno chino busca respaldar esta tecnología en las granjas, pero por el momento sólo lo está haciendo en granjas a gran escala donde también se cuenta con el apoyo de las compañías tecnológicas.
El problema: los costes
A día de hoy, se estima que China ha sacrificado más de un millón de cerdos enfermos, además de que han bloqueado carreteras y limitado el acceso a las granjas porcinas, por lo que es complicado conocer de primera mano cómo funcionan los nuevos sistemas. El temor más grande es que esta enfermedad salga de China y llegue a otros países, lo que podría provocar escasez y que los precios se dispararan a nivel mundial.
La tecnológicas chinas aseguran, aunque aún no hay prueba de ello, que son capaces de a aislar a los portadores de la enfermedad, reducir el coste de la alimentación, aumentar la fertilidad y reducir aquellas muertes ocasionadas por esta enfermedad.
Actualmente, los criadores de cerdos utilizan el sistema de etiquetado en las orejas para clasificar y diferenciar a los animales, ya sea por edad e incluso por si presentan síntomas de esta enfermedad. Cada etiquetado tiene un coste de 0,30 dólares, mientras que el mapeo de un rostro de cerdo representa una inversión de 7 dólares, lo que hace que pocos granjeros puedan invertir en ello.
La tecnología al cuidado de los cerdos
En el caso de Alibaba, su sistema se basa en cámaras que monitorizan la actividad de cada cerdo en tiempo real, lo que permite entregar estadísticas al final del día donde se incluyen planes de salud, con ejercicios y dietas, para mejorar la calidad de los animales y evitar que se enfermen.
Por su parte, JD.com desarrolló un sistema de reconocimiento facial que escanea el sexo del cerdo, hocico, ojos y orejas, y según la compañía, permite determinar cuando un animal está enfermo e incluso afirman que en ocasiones pueden saber qué enfermedad tienen. El problema de este sistema es la dificultad que representa fotografiar a los cerdos, haciendo que el escaneado pueda ser deficiente y no muy preciso.
JD.com también cuenta con un desarrollo basado en brazos robóticos, que sirven para alimentar a los cerdos con la cantidad correcta de alimento dependiendo de la etapa de crecimiento de los animales.
Yingzi Technology también apuesta por el reconocimiento facial y además, el de voz. Mientras que SmartAHC es una compañía con una plataforma de inteligencia artificial que captura datos a través de un sensor que se coloca en cada uno de los cerdos.
A pesar de las dudas y los aún altos costes, tanto los investigadores, especialistas y las mismas tecnologías confían en que esto es el futuro del cuidado de los animales.
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