Hace algunas semanas ya tuvimos la oportunidad de hablar de Boston Dynamics, una empresa que lleva muchos más años en el mercado de lo que puedas imaginar, ya que fue fundada por el ingeniero Marc Raibert, exprofesor del MIT en 1992, y que desde sus inicios hasta ahora ha sido capaz de contribuir en gran medida al desarrollo de robots mucho más cualificados y capaces de lo que puedas imaginar. En este tiempo y gracias a su tecnología, consiguió que Google se interesase en ella, la comprase en diciembre de 2013 y, tras ver que no podían conseguir grandes beneficios con ella, ser vendida y poner rumbo a SoftBank. Tras este cambio dramático de aires, parece que ha empresa ha vuelto a encontrar el rumbo y sobre todo la financiación necesaria para seguir desarrollando sus robots tan característicos y potentes en cuanto a cualidades y capacidades se refiere.
En la anterior entrada que dedicamos a la empresa tuvimos la oportunidad de largo y tendido de un nuevo prototipo que desde la propia Boston Dynamics bautizaron con el nombre de SpotMini, un robot que destacaba por ciertas características como su tamaño, ya que era mucho más pequeño que el resto de sus hermanos o por ciertas capacidades que era capaces de llevar a cabo extraídas directamente de sus hermanos mayores. En esta ocasión hablaremos de su hermano mayor, el robot Atlas, un modelo que seguro te sorprenderá cuando veas todo lo que, después de años de desarrollo, es capaz de hacer.
Atlas, un proyecto que en sus inicios nació gracias a fondos obtenidos de DARPA
Si hablamos de Atlas, tenemos que hablar de un proyecto que en su momento arrancó allá por el año 2013 como un robot humanoide financiado por nada menos que DARPA motivados por el desastre de Fukushima. Después de bastante tiempo de trabajo, el equipo de investigadores e ingenieros encargados de su desarrollo consiguió ir más allá y presentar un prototipo que era capaz, entre otras cosas, de caminar por todo tipo de terrenos sin caerse, recoger objetos y utilizarlos de forma natural, cargar con objetos pesados e incluso moverse por terrenos muy complicados sin perder el equilibrio.
Tiempo después, el prototipo ha evolucionado tanto que finalmente parece haberse convertido en un androide capaz de realizar tareas de una dificultad bastante considerable con una serie de movimientos muy ágiles y sin complicarse demasiado la vida para conseguir realizarlas con éxito. Hoy ha llegado el momento de hablar de una nueva versión de Atlas, un robot que ahora parece haber aprendido a realizar una nueva serie de movimientos y trucos dignos de un gimnasta.
En su última versión, Atlas es capaz de dar volteretas y giros de 180 grados
Tal y como puede ver en el vídeo que te he dejado colgado justo sobre estas líneas y que ha sido grabado y publicado directamente por Boston Dynamics, podemos ver un robot mucho más ágil de lo que pudiéramos imaginar en un primer momento, no en vano y como puedes ver en el vídeo, ahora Atlas ha sido dotado con la habilidad necesaria para efectuar una serie de trucos bastante complejos como pueden ser volteretas hacia atrás y giros de 180 grados.
Personalmente he de confesar que me ha llamado bastante la atención el enorme equilibrio que es capaz de demostrar en las diferentes pruebas a las que es sometido. Si alguna vez te has atrevido a programar algún tipo de robot, más simple o complejo, te habrás dado cuenta de lo enormemente complicado que puede llegar a ser programar una plataforma como esta, sobre todo si, a su vez, debes tener en cuenta en tus algoritmos la enorme cantidad de información son capaces de volcar al sistema todos los sensores que un prototipo como el que ves en pantalla debe tener instalados, algo que, sin lugar a dudas, demuestra la enorme calidad técnica que deben tener todos los ingenieros que Boston Dynamics tiene en plantilla.
El artículo Boston Dynamics nos presenta las nuevas cualidades de su robot Atlas ha sido originalmente publicado en Actualidad Gadget.
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