jueves, 24 de julio de 2014

Beam quiere ser la ventana de la telepresencia para visitar museos

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Si seguís la actualidad del mundo de la tecnología seguro que alguna vez habéis visto Beam. Quizá por el nombre no os suena, aunque os hablamos de ella, pero si os digo que es ese híbrido entre monitor y segway que permite hacer videoconferencias y que la persona que se encuentra lejos pueda “moverse” y ver lo que le rodea en el otro espacio donde está seguro que os suena. Edward Snowden lo usó para hacer una presentación en una edición del TED.


Volviendo a Beam, hay varios museos que se están planteando ya tener una pequeña flota de estos robots para hacer visitas telepresenciales a personas que, por diferentes motivos, no pueden acudir. De momento se trata de un experimento pero ya hay quien piensa en ello como una tecnología para quedarse dentro de unos años. Aunque no lo parezca, los museos hacen grandes esfuerzos por introducir la tecnología.


A su derecha, podrá ver un cuadro de Velázquez


Uno de los casos que se propone para la utilización de Beam en los museos es ayudar a la gente con problemas de movilidad a que puedan ver un museo desde su casa a través de un guía que les vaya llevando por las diferentes obras. Un claro ejemplo de que la telepresencia no es estática.


En algunos museos de Estados Unidos se han hecho ya algunas pruebas y los expertos creen que en un periodo de cinco años la mayoría de instituciones de este tipo se deberían plantear probarla para ver qué tal es la acogida que tiene. Suena bien, pero genera alguna dudas.


Lo primero de todo es descartar la visión más distópica del asunto: ¿dejaremos de ir a los museos físicamente para verlos a través de un robot? Lo dudo. Sin embargo, es un buen complemento para quien no puede ir o no puede experimentar ese momento debido a sus limitaciones físicas.


Es cierto que la experiencia difiere mucho y a mí personalmente me recuerda mucho a la tesis que defiende Sherry Turckle en Alone together. ¿Estamos visitando realmente el museo? Tiene sus limitaciones, está claro, pero parece que los robots que permiten la telepresencia vienen para quedarse.


Además de permitir a informáticos buscados por Estados Unidos dar charlas sin que alguien le clave una bala en la cabeza, Beam es una tecnología que tiene muchos otros usos, “estar” con personas y hacer cosas juntos, permitir a la justicia tomar declaraciones a distancia… Veremos con el paso del tiempo, personalmente soy un poco escéptico.


Vía | Slate






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