La Comisión Europea presentó este miércoles un nuevo plan de acción llamado "Continente IA". El objetivo es el de intentar impulsar el desarrollo e innovación en materia de inteligencia artificial en la Unión Europea, algo que la Ley de la IA precisamente complicaba. Es justo una de las cosas que quieren cambiar por una sencilla razón: le han visto las orejas al lobo.
Una Ley de la IA simplificada. El Reglamento de Inteligencia Artificial, conocido también como Ley de la IA, fue criticado por ser especialmente complejo y restrictivo. La Comisión Europea ha revelado que uno de los objetivos del plan de acción será el de simplificar esa regulación. Además se pondrá en marcha un servicio de asistencia para ayudar a las empresas a cumplirlo.
Factorías de IA. Uno de los puntos de ese plan es el de reforzar la infraestructuras europeas. En febrero ya se habló de la intención de crear gigafactorías de IA, y aquí la iniciativa InvestAI "movilizará una inversión de 20.000 millones de euros" con la idea de "truplicar la capacidad de los centros de datos de la UE en los próximos cinco a siete años".
Más adopción. Según datos de la Comisión Europea, "solo el 13,5 % de las empresas de la UE" ha incorporado tecnologías de IA. Otros de los elementos clave del plan de acción es la creación de laboratorios de datos "de alta calidad" que aprovechar para "expandir las soluciones de IA". Habrá también ayudas para la contratación de talento internacional y becas sobre IA.
Europa se está quedando fuera. El papel de la UE en el ámbito de la inteligencia artificial es muy discreto. Hay algunas startups destacables (Freepik, Mistral), pero la estrategia actual sigue priorizando la regulación sobre la innovación. La simplificación de la Ley de la IA puede ayudar a que los emprendedores europeos se animen a trabajar en sus proyectos, y quizás esto también anime una inversión que desde luego en EEUU es extraordinaria, como demostró el reciente caso de OpenAI y SoftBank.
Y EEUU ya no es un aliado tan aliado. Los recientes aranceles de la administración Trump —y la respuesta europea— han dejado claro además que Estados Unidos ha adoptado una postura fuertemente proteccionista y en la que sus aliados tradicionales ya no lo son tanto. Eso hace que la Unión Europea necesite activar medidas para tratar de no perder un tren que nunca ha cogido del todo.
Mucho ruido, pocas nueces. El comunicado de prensa muestra buenas intenciones y objetivos razonables, pero lo hace con un tono y un lenguaje demasiado político. Todo son planes futuros y difusos, y no hay medidas específicas y reales que muestren ningún avance en este tema. Por ejemplo, no sabemos cómo o cuándo se simplificará concretamente la regulación. Tampoco sabemos dónde se crearán esas "factorías de IA" ni cuándo estarán listas para operar o qué tipo de capacidad de cómputo albergarán.
Necesitamos startups europeas, no una IA europea. Aravind Srinivas, CEO de Perplexity, ya lo destacó en la entrevista que nos concedió en Xataka. Lo que necesita la Unión Europea no es un modelo como OpenEuroLLM, sino "financiar las startups locales y que los gobiernos intentaran fomentarlas eliminando por ejemplo los bloqueos, creando empresas y dando mayor visibilidad".
Y también necesitamos ilusionarnos. Joaquín Cuenca, CEO de Freepik y que también nos habló sobre este tema, destacó cómo la UE necesita ser "más optimista y ver lo mucho que podemos conseguir. Toda la legislación que se ha creado evita la parte ilusionante". Es otra realidad palpable: en la UE necesitamos proyectos ilusionantes, y esos no vendrán de la UE, sino de startups y empresas europeas.
Imagen | World Economic Forum
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