Los agentes de IA son, dicen, la próxima gran revolución de este segmento. No solo contestarán a nuestras preguntas como ya hacen ChatGPT y sus rivales, sino que podrán actuar por sí solos de forma autónoma. Estos secretarios o mayordomos virtuales plantean casos de uso fantásticos, y las Big Tech están trabajando en su desarrollo. En Microsoft ya presumen de tener algunos dirigidos a empresas, de hecho. Tenerlos los tienen, desde luego. Que sean realmente potentes o no es otra historia.
Agentes autónomos de Microsoft. La empresa, que tenía ya agentes autónomos disponibles en una versión previa privada, anunció ayer la posibilidad de crear agentes autónomos con Copilot Studio el mes que viene para sus clientes. Además han lanzado nuevos diez agentes autónomos para su plataforma Dynamics 365 dirigida a empresas. El objetivo: "ejecutar y orquestar procesos de negocio".
Qué hacen estos agentes. La presentación de estos agentes en Londres permitió ver en acción uno de ellos desarrollado en la consultora McKinsey. El agente en funcionamiento analizó un correo electrónico para saber de qué trataba, comprobó el historial de la comunicación, lo etiquetó y encontró a la persona adecuada de la empresa que debía tomar una decisión sobre el mensaje, para lo cual sugeriría un texto y un resumen de la conversación. Todo el desarrollo se llevó a cabo con lenguaje natural, no con programación. Según indican en CNBC, responsables de McKinsey indicaron que este tipo de agentes pueden reducir el tiempo invertido en algunos procesos hasta en un 90%.
Una ayuda útil, pero. El ejemplo mostrado por Microsoft y McKinsey revela que efectivamente hay opciones de automatizar ciertos procesos empresariales y así ahorrar tiempo al actuar sobre ellos. Sin embargo, ajustar el funcionamiento de esas automatizaciones probablemente requiera un trabajo importante y los resultados pueden no ser siempre perfectos. Las automatizaciones de hecho nos recuerdan a una propuesta de hace más de una década: IFTTT.
Qué es IFTTT. A finales de 2010 un grupo de desarrolladores anunciaron el nacimiento de un curioso servicio llamado IFTTT (IF This Then That). La propuesta era singular y se basaba en conectar servicios de internet para que hicieran cosas automáticamente por nosotros.
Recetas poderosas. Las "recetas" permiten conectar todo tipo de alertas con todo tipo de acciones. Por ejemplo, poner el volumen del móvil alto si perdíamos una llamada, recibir recordatorios de beber agua, recibir la previsión meteorológica cada día a las 7:00 AM o que nuestro fondo de pantalla de Android se actualice con nuevas fotos de la NASA. Las combinaciones son casi infinitas, y plantean automatizaciones de todo tipo, estupendas y muy prácticas.
Copilot Studio se convierte en la herramienta con la que crear agentes autónomos.Agentes como IFTTT hipervitaminado. Las automatizaciones que parecen plantear en Microsoft son algo así como recetas hipervitaminadas que conectan varios servicios enlazándolos: el agente analiza un correo, detecta a la persona que debe gestionar el tema y le envía un correo con un resumen y una posible respuesta para el remitente. El uso de la IA generativa es aquí interesante, pero el funcionamiento y la aplicación práctica no parece tan distinta de lo que ya lográbamos con los bucles If-Then-Else que precisamente son la base tanto de estos primeros agentes como de IFTTT.
La promesa de dar el salto de la calculadora al Excel. Pero ciertamente la propuesta de Microsoft es llamativa porque promete algo así como la evolución que vivimos al dar el salto de la calculadora a la hoja de cálculo Excel. Las ventajas en cuanto a productividad y posibilidades fueron desde luego enormes en esa transición, y ahora todos esperamos —Microsoft, la que más— que efectivamente los agentes autónomos de IA logren hacer algo así, o incluso más potente.
Esto recuerda a los ChatGPTs personalizados. Según Microsoft, debemos "pensar en los agentes como las nuevas aplicaciones para un mundo potenciado por la IA". Estas apps (o recetas de IFTTT, si queréis) nos recuerdan a los ChatGPTs personalizados que se anunciaron en marzo de 2023 y que parecían plantear una revolución dentro de la propia revolución de la IA generativa. Poder crearnos chatbots específicos para ciertos ámbitos parecía prometedor, pero la idea jamás ha acabado de cuajar y esta propuesta de OpenAI ha quedado en segundo plano.
Paciencia. Sin embargo, la propuesta de Microsoft es tan solo el principio. La orientación empresarial de estos agentes tampoco ayuda a comprender qué nos pueden aportar a los usuarios finales, pero la idea es que esos agentes acaben llegando también de forma masiva a nuestra vida. No parece difícil pensar en un futuro en el que le digamos a la IA de nuestro teléfono algo como "reserva un buen japonés hoy a las 21.30 en Madrid centro y pídeme un Uber para ir allí", que lo haga y solo nos pida confirmación para confirmarlo todo. Puede que eso tarde, pero en Microsoft tienen claro que es la tercera fase de su gran plan con la IA. No está sola aquí: todas sus competidoras plantean algo parecido, así que tendremos que armarnos de paciencia y ver qué nos depara el futuro.
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