«Comenzamos con una persona disfrazada de robot y hemos avanzado dramáticamente año a año», dijo ayer emocionado Elon Musk. Hablaba de Optimus , el robot con forma humana en el que Tesla lleva años trabajando. Lo hizo en el evento «Nosotros, robot», un juego de palabras con la clásica obra de ciencia ficción de Isaac Asimov «Yo, robot», que tuvo lugar en los estudios de Warner Brothers, cerca de Los Ángeles. Además de presentar el que será el taxi del futuro, Cybercab, mostró la versión más reciente del robot bípedo, el cual ha avanzado lo suficiente como para convertirse en anfitrión de una fiesta. Más allá de revolucionar el espacio de trabajo como lo hacen otras compañías de robótica, Tesla quiere convertir al Optimus en tu amigo. El robot humanoide puede operar como un asistente personal y llevar a cabo todo tipo de tareas. Desde limpiar tu casa, hacer la compra en el supermercado, regar tus plantas o jugar contigo. «Optimus puede hacer lo que tu digas. Ser un maestro, cuidar a tus hijos, pasear al perro, podar el césped, ser tu amigo y servir tragos. Cualquier cosa que se te ocurra lo hará. Será maravilloso», dijo Elon. El director ejecutivo de Tesla declaró que Optimus será el producto más grande de cualquier tipo. «Tendremos algo espectacular, algo que cualquiera puede comprar. Así que podrás tener tu propio R2-D2 y C-3PO», añadió el jefe de Tesla. Sin embargo, no es todo tan bonito como el magnate quiere dibujar. Para empezar, su precio. Musk vaticina un futuro de abundancia y felicidad donde nuestra principal preocupación será adquirir un mayordomo porque, según el, «seremos capaces de adquirir cualquier cosa». «Por ejemplo, podrás comprar robot por 20.000 o 30.000 dólares en el largo plazo», dijo el magnate, algo menos de lo que actualmente cuesta el Tesla más barato. Los quiere producir en masa, millones y millones de Optimus. Pero el precio, pese a que lo plantea como algo asequible, no creo que esté al alcance de todo el mundo, menos si para empezar necesita plantear un futuro idílico. Además, a pesar de lo impresionante de ver un ejército de robots caminando, lo único que se ha mostrado de sus posibilidades reales entre los asistentes se ha limitado a saludar con la mano, jugar a piedra, papel y tijera, y entregar unas pequeñas bolsas de regalos. No hay dudas de las posibilidades que pueda llegar a tener el Optimus en el futuro, pero con la vista puesta en 2026 para su comercialización, cabía esperar una demostración más tajante sobre sus posibilidades. Por el momento, su primera misión será ponerlo en marcha en las fábricas de Tesla, según anunció Musk el pasado julio. Al final este robot está pensado para desempeñar tareas aburridas y repetitivas, por lo que montar Teslas es un trabajo ideal. Y pese a que plantea comercializarlo en 2026, no se trata de la primera vez que Musk se lanza a hacer declaraciones acerca de la presunta inminente llegada de su robot. En 2021, coincidiendo exactamente con la presentación de la máquina, el empresario señaló que esperaba que comenzase a operar en entornos industriales a partir del año siguiente. Como con tantas otras cosas, este vaticinio, finalmente, no se cumplió.
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