Ocho brazos para el último robot diseñado para Fukushima

Muchas de las empresas relacionadas con el mundo de la robótica, además de aprovechar para fabricar soluciones mucho más amplias, no pierden de vista el filón que pueden conseguir, en cuanto a financiación y compra, al desarrollar robots que verdaderamente puedan ayudar en las tareas de limpieza en Fukushima. Una de los últimos proyectos que han visto la luz es el que hoy te presento, un robot dotado de cuatro brazos y cuatro rastreadores que comenzará a trabajar de forma inmediata.

Sin lugar a dudas, y aunque el desastre de Fukushima se cobró muchas vidas, gracias al mismo muchas empresas han sido subvencionadas para crear una nueva generación de robots mucho más eficaces a la hora de ayudar en tareas de limpieza y sobre todo para salvar vidas que pueden llegar a quedar atrapadas en futuros desastres.

En cuanto a características, el robot diseñado y fabricado conjuntamente entre la Universidad Waseda y Kikuchi Corporation, destaca por su tamaño de 1,7 metros de altura y su peso de 70 kilogramos. El robot puede estar equipado con un láser de fibra capaz de cortar cualquier objeto así como una especie de actuador para tratar con residuos radiactivos. Gracias a esto se espera que los responsables de las tareas de limpieza puedan trabajar con este robot en multitud de tareas.

Tal y como hemos visto en los últimos meses, prácticamente todos los robots creados para ayudar en tareas de limpieza en Fukushima destacan precisamente por estar diseñados para hacer frente a una tarea concreta que otros diseños no pueden hacer frente, este último robot, gracias a sus orugas, puede atravesar terrenos difíciles mientras que gracias a sus múltiples brazos puede retirar gran cantidad de escombros, no en vano, cada uno de sus brazos puede levantar objetos de hasta 200 kilogramos.

Según Masao Uchibori, Gobernador de Fukushima: “La revitalización de las industrias de Fukishima es esencial y nos estamos convirtiendo en un centro de innovación en robótica. Esta clase de proyectos son extremadamente importantes para las industrias japonesas y tenemos que desafiarnos a nosotros mismos para fabricar productos maravillosos y continuar con su desarrollo“. Según Katsunobu Sakurai, alcalde de Minami-Soma (localización más afectada por el desastre y donde estaba la central): “Antes del desastre, Minami-Soma era un centro para la robótica. Muchos empleados tuvieron que emigrar a diferentes partes de todo Japón, pero su entusiasmo para reconstruir Minami-soma ha revitalizado nuestras iniciativas en el mundo de la robótica“.

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